Martes, 10 de agosto de 2010 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › SE INAUGURA HOY LA MUESTRA DE LA ARTISTA ROSARINA EN EL CCPE
"La exposición trata sobre cuál es el espacio mínimo necesario para vivir, y de allí, la tensión que se genera entre los espacios, entre el mío y el del otro", explicó la artista contemporánea, cuyo trabajo podrá verse hasta el 19 de setiembre.
"M2: TA" es el escueto y críptico título de la muestra que se inaugura esta noche en el Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río Paraná) y con la que vuelve a exponer en su ciudad la artista rosarina Graciela Sacco. Producida por el CCPE/AECID, con la participación de Sonia Becce como curadora invitada, es una exposición de obra inédita que ocupará los tres túneles de ese centro cultural y viene a continuar la indagación sobre el sentido social del espacio que la autora desarrolla en otras de sus obras. El libro Graciela Sacco M2, editado este año por el museo Castagnino+macro (que tiene obras suyas en su colección) acompaña la muestra. La misma podrá visitarse en el CCPE de martes a domingos de 15 a 20 hasta el 19 de septiembre.
M2 significa, por supuesto, metro cuadrado; y TA son las siglas de "tensión admisible", el término que se usa en ingeniería para calcular lo máximo que soporta un material (por ejemplo, el hormigón de una viga) antes de que se rompa. "Toda la exposición trata sobre eso: cuál es el espacio mínimo necesario para vivir, y de allí, la tensión que se genera entre los espacios, entre el mío y el del otro", explica Sacco.
Enmarcada en el XVI Festival de la Luz, que este año desarrolla el tema "Migraciones. Identidades en tránsito", la muestra consta de una extensa obra de pared, dos objetos y tres videoinstalaciones, una de las cuales incluye una filmación del muro que divide Cisjordania de Israel y aspira a captar las tensiones entre ambos lados.
"Hay citas de mis propias obras", relata Sacco. "Tomo el banco de escuela que presenté intervenido en 1993 cuando se cerraban los comedores públicos y lo pongo en otro lugar con la cita de un científico que dice: `La naturaleza no soporta el vacío, lo ocupará como haga falta`". La autorreferencia es un guiño a un público que trasciende el ámbito local, ya que Graciela Sacco logró lo que pocos argentinos: posicionarse, con una obra fácilmente legible y reconocible, en el panorama del arte contemporáneo global. Fue invitada a residencias de artista en Londres y París y representó a la Argentina en varias bienales. Participa anualmente en ferias internacionales y muestras suyas han sido reseñadas en publicaciones como Art Nexus y Art News.
Graciela Sacco nació en Rosario en 1956. Es empleada municipal desde 1984 y coautora, junto a Andrea Sueldo, de una monografía sobre "Tucumán Arde" publicada en 1987. Para realizar sus instalaciones, videos, acciones y objetos, se vale de un proceso fotosensible singular, denominado heliografía. Sacco describe y explica este medio artístico propio en un libro titulado Escrituras solares: la heliografía en el campo artístico (1994, Rosario, edición de autor). Allí recapitula la historia del arte gráfico, que por definición es el que permite obtener copias múltiples de una única matriz; repasa técnicas experimentales ligadas al también arte gráfico de la fotografía, y evoca al grabador Hiram Calógero, quien en la primera mitad de la década de 1940 impulsó en Rosario el desarrollo de la técnica del bromóleo (copia de bromuro a tinta grasa). La goma bicromatada fue otro procedimiento hoy en desuso pero que tuvo éxito en los salones artísticos.
Heliografía significa, en griego, escritura solar. "A partir del contacto de un haz de luz, natural o artificial, con una superficie emulsionada en una solución de sales, durante un lapso de tiempo determinado, será ésta alterada con una marca lumínica. Luego, en una cámara cerrada de vapor de amoníaco, se hacen visibles estas marcas", describe Sacco y resume, dos páginas después: "La fotografía plasma el instante; la heliografía plasma el instante en objetos que no pueden ser actores de ese mismo instante. Este desplazamiento temporal conserva intacta el `aura` de la obra". Sacco responde así a la pérdida del aura, que era el problema de la imagen múltiple, según planteaba esta cuestión el crítico alemán Walter Benjamin a mediados de los años 30 en su famoso ensayo "El arte en la época de su reproductibilidad técnica".
Cabe destacar que las técnicas de gráfica experimental fueron utilizadas en América Latina por muchos artistas que quisieron dar a su arte un sentido político. Enseñar, en talleres populares, la reproducción de la imagen con medios sencillos es aún hoy una forma de ayudar a recuperar su intrínseco poder a actores sociales excluidos del sistema. Sacco difundió estos recursos hace una década ("Escrituras solares" es un manual de heliografía que merece ser reeditado) y luego los llevó al centro del canon estético contemporáneo. El efecto que logra es inquietante: hay una sombra o aparición (la copia) que no termina de adherirse a lo real del soporte, blanco y a la vez materialmente crudo en los objetos. Esto señala algún mal del mundo. Pero paradójicamente, tanto en video como en heliografía, sus imágenes fantasmales trasuntan un vaho de impotencia.
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