CULTURA / ESPECTáCULOS › ENCUENTRO INTERNACIONAL DE LITERATURAS AMERICANAS EN PARQUE ESPAñA.
Para los organizadores el objetivo era historiar cómo se fueron consolidando las literaturas americanas después de la emancipación política, y evaluar el papel de España respecto de América. Estuvieron César Aira y Noé Jitrik, entre otros.
› Por Beatriz Vignoli
Del jueves al sábado pasados, en el Teatro Príncipe de Asturias del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río Paraná), bajo el lema "Literaturas americanas: 200 años después de la emancipación política", con 700 inscriptos de todo el país y una asistencia que llegó a superar los 350 oyentes en los momentos más concurridos (como el de la mesa de César Aira, Noé Jitrik y Sandra Contreras); se desarrolló el Primer Encuentro Internacional de Literaturas Americanas (www.ccpe.org.ar/encuentrodeliteraturas). Si bien el luctuoso hecho de esta semana hizo desistir a muchos, los organizadores se mostraron satisfechos a la hora del balance.
"Cuando me llamó el intendente, Miguel Lifschitz, y me propuso organizar en el Centro Cultural Parque de España un encuentro de literatura en el marco del Bicentenario, interpreté que desde el poder político se ve a Rosario (sede del Festival de Poesía y el III Congreso de la Lengua) como eso que yo llamo la ciudad de los escritores", comentó a Rosario/12 Martín Prieto. Escritor, crítico literario, profesor en la Escuela de Letras de la UNR y director del Centro Cultural Parque de España, Prieto dirigió el Encuentro, organizado con el Programa Bicentenario de la Municipalidad de Rosario y con el apoyo del Instituto Cervantes y la coordinación de Amalia Sanz.
El Encuentro convocó a "gente de Letras" (no sólo de la Universidad Nacional de Rosario, sino de la Universidad Nacional del Litoral y universidades privadas). "Los objetivos y temas del Encuentro son básicamente dos: historiar cómo se fueron consolidando las literaturas americanas después de la emancipación política, y evaluar el papel de España respecto de América", resume el director. Respecto de lo primero, señala que cuando en 1846 Gutiérrez, en su Antología Poética, expresó la intuición de una futura literatura americana, no previó la consolidación de las literaturas nacionales. En cuanto a lo segundo, Prieto propuso cotejar una historia americana de rechazo a la hegemonía española con un presente en el que la reorganización del imperio editorial español puede ser leída como una nueva legitimación de América por España. La internacionalización de los temas o el castellano neutro que borra las diferencias regionales son algunos puntos de esta agenda.
Agenda con la cual dialogaron las ponencias del Encuentro de manera muy productiva. El jueves, el brasileño Horacio Costa, desafiante y como quien apunta una omisión, destacó las diferencias entre España y Portugal, recapitulando las particulares marcas de origen de la literatura lusobrasileña. Su intervención le siguió a la ponencia de Susana Zanetti sobre la poesía del mexicano José Emilio Pacheco, y Costa pudo explayarse debido a la ausencia de Alan Pauls. El poeta y crítico rosarino Edgardo Dobry había abierto esta mesa con una certera revisión de los diversos intentos americanos de inventarse o agenciarse una tradición literaria "universal". Borges, en esto, resultó ineludible. Un novedoso y genial uso de la literatura de Borges entusiasmó al público en la aplaudida mesa del sábado a la mañana, en la que el poeta guatemalteco de origen jamaiquino Alan Mills (invitado al Festival de Poesía el año pasado) reveló la influencia del Popol Vuh en El Aleph. La ponencia de Mills fue un hit dentro de una celebrada mesa, "Lenguas en conflicto. Las lenguas y dialectos de la literatura americana", el sábado al mediodía. Con la coordinación de Horacio Foffani, participaron además Bartomeu Melià (España/Paraguay) y el chileno de origen mapuche Luis Cárcamo Huechante, estudiosos respectivamente de la literatura en guaraní y en mapudungun, la lengua de la Wallmapu, la nación mapuche. En una sesión de preguntas y respuestas que se extendió porque el público no quería irse, Cárcamo Huechante (que enseñó en Harvard y tiene un doctorado en la Universidad de Cornell) relató su sueño de crear una biblioteca mapuche en el sur de Chile. El incansable chileno está preparando una antología de poesía mapuche que incluirá a intervenciones radiales mapuches en Argentina como el periódico virtual Azkintawe.
"No veo a los indígenas como el pasado sino como futuro post exótico", señaló casi al cierre de la sesión Mills, quien no cesaba de deleitar con sus conexiones entre la cultura maya y la ciencia ficción. "No fue tanto un choque de culturas como un choque computacional, el del sistema vigesimal y los 18 calendarios de los mayas con la España de la cruz católica y el sistema decimal", comentó luego como al pasar. El eje conceptual del punto 2 de su ponencia (que constaba de 5 puntos, de los cuales sólo leyó 4), fue la noción de "maya hacker" propuesta por la antropóloga norteamericana Diana Nelson. "Para Nelson, un maya hacker es aquel sujeto miembro de una colectividad indígena que adapta una serie de estrategias para quebrar el código cerrado de la modernidad capitalista y de sus aparatos estatales, insertándose en el espacio de la cibercultura del mismo modo en que los hackers ponen en jaque la seguridad de los parajes de la web", escribió Mills. "Es por esto que me permito usurpar un mecanismo de la ciencia ficción para transformar esa lectura represiva que opera sobre las culturas originarias del continente, la cual los obliga a aparecer en calidad de paisaje, vestigio o ruina". Lectura, cabe agregar, aplicable a toda subalternidad, no sólo la aborigen. ¿Serán los escritores de la muy literaria ciudad de Rosario, acaso, un dato exótico semejante?.
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