CULTURA / ESPECTáCULOS › CINE. CINE CLUB PRESENTA MAñANA LA PELíCULA ITALIANA YO SOY EL AMOR, DE LUCA GUADAGNINO
Mañana, a las 20, se podrá ver el film premiado el año pasado en el Sundance Festival. Una de las pocas propuestas alternativas, ante la absoluta preeminencia de las producciones de las majors en las salas comerciales de esta semana.
› Por Emilio A. Bellon
Pese a que un gran sector asiste regularmente a las salas de estreno para ver sólo aquellos films que imponen autoritariamente las majors (fenómeno que se repite en numerosos países), se puede señalar que, a diferencia de otros años, no existe una cartelera que contemple algo diferente a propuestas seriales, standard, de carácter repetitivo e infantilizador. Esta semana, al igual que lo que ha ocurrido en las últimas, los títulos nos llevan igualmente a diablos y crímenes, excepto aquellos films que, en carácter de estreno, se han podido conocer en las salas de El Cairo, cine público y de Arteón.
Por ello, y porque merece destacarse independientemente de esta crítica, es que volvemos a subrayar la necesidad de atender a otros espacios, que, esperemos, se proyecten en la futura programación de los cines Del Siglo.
En materia de films recomendables (lamentablemente, por cuestiones de festejos académicos la sala Madre Cabrini no ofrecerá funciones en la semana que hoy se inicia), se destaca el preestreno que anuncia Cine Club Rosario para mañana, a las 20. Estrenada en marzo de este año Io sono l'amore (Yo soy el amor), presentada en la muestra oficial de Venecia del 2009 y premiada en Sundance Festival, ofrece un retrato de familia burguesa en una villa de Milán a través de un relato que según la crítica, en el momento de su estreno, se puede ubicar tras "las huellas de Visconti y Pasolini, con ecos del polémico film Teorema y de Grupo de Familia. Igualmente por su modo narrativo (continúa la crítica) observamos el mismo distanciamiento que se reconocen en los films de Michelangelo Antonioni".
Bajo la dirección de Luca Guadagnino, joven realizador siciliano, Yo soy el amor abre las puertas de una señorial casona para presentar el aparente equilibrio que manifiesta una rica familia de industriales, que mueve entre proyectos y pactos, que echan sombra sobre la expansiva insatisfacción de sus miembros. Será particularmente Emma, personaje que interpreta a la madre de tres hijos, rol que asume Tilda Swinton (sobre ella Guadagnino ya había presentado un documental en el 2002), quien manifiesta un primer quiebre. Tilda Swinton, notable actriz que identifica a un concepto particular de misteriosa belleza, de marcada androginia, ya adquirió reconocimiento internacional por sus actuaciones en films tales como Caravaggio y Eduardo II ambas de Derek Jarman, Orlando de Sally Potter, El amor es el diablo (un retrato de Francis Bacon) de John Maybury, Flores rotas y Los límites del control de Jim Jarmusch, Quémese después de leerse de los hermanos Coen, entre tantas otras.
Mujer de ya mediana edad, Emma, en esta labor de Yo soy el amor, sentirá que algo diferente empieza a vivenciarse cuando un día, un amigo de su hijo Eduardo, un joven chef, llega a la mansión. Algo ajeno, pero no por eso menos deseado, comienza a suceder (recordemos el personaje de Terence Stamp en el tan prohibido film de Pasolini, Teorema) y la situación familiar, que se ve tironeada por mandatos y herencias, comienza a mostrar sus fisuras: secretos bien guardados, intereses en juego.
En la cabecera de esta historia, dos veteranos actores del cine europeo: en el rol de la abuela snob, la sofisticada Marisa Berenson y junto a ella, el abuelo, el patriarca, que interpreta el tan admirado actor del cine italiano, Gabriele Ferzetti. Junto a ellos, Flavio Parenti, Edoardo Gabbriellini, Pippo Del Bono, y la actriz Alba Rohrwacher, protagonista del film de Silvio Soldini, Lo que más quiero, estrenada recientemente en el sistema DVD en Buenos Aires y que responde al título original de Cosa voglio di piú.
Entre el melodrama y el film de suspense, ambientado en Milán, San Remo y Londres, Yo soy el amor es un claro homenaje a los films de los años 40 y ya desde los títulos de presentación, plano general de la ciudad de Milano bajo la nieve, el film nos ubica en la línea de tantas historias de conflictos amorosos, ahora con el subrayado sonoro de la música y la orquestación de John Adams.
En el interior de esta familia que nos recuerda a los espacios cerrados y de pasiones ocultas de los films de Mauro Bolognini y Luchino Visconti, algo comenzará a confesarse. Cada uno, ante la llegada de este joven extraño, irá descubriendo y asumiendo aquello que callaba.
Definido por la crítica italiana como un film de una muy lograda "épica erótica", Yo soy el amor se exhibirá en esta única función y presenta a un realizador de una trayectoria considerable, director de documentales y de algunos largometrajes, que no se han conocido aquí.
A sus cuarenta años, y tras haberse doctorado en La Sapienza de Roma, con una tesis sobre la poética de Jonathan Demme, Luca Guadagnino es, junto a Ferzan Ozpetek y Silvio Soldini, uno de los realizadores que se atreven a enfrentar a las leyes del mercado, llevando al seno de sus historias, de grupos de familia, problemáticas que competen al orden social y cultural, participando igualmente de un registro de situaciones que miran hacia los grandes maestros del cine.
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