Hasta este domingo 9 de octubre puede visitarse, en el Museo Provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez, de Santa Fe (4 de Enero 1510), la exposición titulada Juan Grela. Del realismo intimista a la abstracción total, con curaduría de Nancy Rojas. Inaugurada el 8 de septiembre y organizada por el Ministerio de Innovación y Cultura del Gobierno de Santa Fe, con la coordinación general de Nadia Insaurralde, la muestra presenta 116 obras en total entre dibujos, pinturas y grabados de Juan Grela (Tucumán, 1914-Rosario, 1992), organizadas según un cuidado guión curatorial para dar cuenta de los distintos períodos de su producción. El proyecto integra la proyección del programa Color Natal, capítulo Juan Grela, y se completa con un libro, de próxima edición, que incluye textos de Guillermo Fantoni, Andrea Giunta, Nadia Insaurralde y Nancy Rojas, más una cronología de Yanina Bossus. Las obras fueron cedidas por colecciones públicas y privadas.

"Juan Grela es uno de los referentes de la historia del arte de Santa Fe", escribe la curadora, Nancy Rojas, quien en 2007 curó una retrospectiva del maestro en el Museo Castagnino de Rosario. Su actual selección se ordena en torno a "una de las tensiones que caracterizaron a los lenguajes modernos: la existente entre figuración y abstracción" que en Grela fue adoptando diversas soluciones pero siempre al servicio de "forjar un arte actual que hiciera eco al contexto social y cultural en el que el autor se hallaba inmerso".

La exposición comienza con un autorretrato de 1937, año en el que Grela, quien se había radicado en Rosario en 1925, deja de integrar la Mutualidad Popular de Estudiantes y Artistas Plásticos fundada en 1934 por su maestro Antonio Berni, quien (cabe agregar) venía de colaborar en el mural Ejercicio Plástico (1933) junto al muralista mexicano David Alfaro Siqueiros. La influencia del bodegón realista español de aquellos tiempos de la República (dato contextual que Rojas tampoco menciona) se hace sentir en las cuatro naturalezas muertas de la sala siguiente. Del realismo intimista de los años 40, Rojas señala con acierto la influencia del muralismo mexicano, notoria en su tendencia a "organizar los cuerpos en función del realce de los volúmenes", como puede apreciarse en una pintura clave: El Moncholo (1944). Aparecen retratados en este período su esposa Haydee (Aid Herrera, también pintora) y su hijo Dante. Sigue una magnífica serie de grabados en madera, maternidades seculares que encarnan los ideales de paz y trabajo. A fines de los 40, señala Rojas, sus modelos pasan a ser los indigentes de los barrios de Rosario. Grela fue uno de los fundadores del Grupo Litoral que abarcó la década del 50. Unas vitrinas con documentos de la época sirven de separador con los períodos más abstractos y líricos, a partir de los años 60 inclusive, cuando las premisas del Universalismo Constructivo de Joaquín Torres García comenzaron a guiar su producción. Destaca Rojas que Juan Grela "realizó una importante labor en el campo de la enseñanza en su casa taller, por donde pasaron varias generaciones de artistas".