Como el de esos ídolos que nunca deberían oxidarse, el retiro de Germinal Terrakius suena doloroso para quienes lo convirtieron en un referente de la resistencia, en emblema de otra política posible. Seguramente, también resultará difícil para Miguel Franchi, padre de la misma criatura a la que reconoce como su héroe. Aunque, parece, uno y otro se han encontrado en la línea de cal para debatir la que, quizás, sea la jugada más preponderante de estos veinte años de historia compartida: la digna retirada.

- ¿Germinal empieza a despedirse?

- Me parece que sí, pero encontré una manera tranquila y armónica con mis planes personales. No podría decir que nunca más voy a hacer a Germinal, ni que la despedida es para siempre. Pero si no paro por un tiempo lo más largo posible, no voy a saberlo. Recién venía jugando con las palabra "extramuros". Me acuerdo que para el primer programa de radio con Germinal, "Nuevo barrilete argentino" que iba los domingos a la mañana, la productora era Extramuros. Eso fue por el 93, después vinieron la TL105 y Radio Universidad, que fueron las radios que mantuvieron vivo a Germinal, y de los recintos donde más jugué de local, está el Berlín. Entre esos recuerdos me empezó a sonar la palabra extramuros, y la transición a la jubilación de Germinal (disueltos el Partido Alegría al Poder y el Movimiento Coyotista, aunque por ser libertarios pueden ser refundados por cualquiera de sus afiliados) a lo mejor es con una etapa extramuros. Ahí es donde se junta lo personal con lo artístico. Porque por ejemplo hay una vecinal en el suroeste que tiene un festejo en el que voy a estar, pero no serán cosas que se anuncien. En el barrio me voy a juntar con la gente y quizás los divierta. Porque, para qué negarlo: probablemente tampoco lo conozcan. Germinal es mi personaje más conocido, es bastante conocido, pero no quiere decir que lo conozca todo el mundo. Entonces, en extramuros, vamos a estar más tranquilos, tanto Germinal como Miguel.

Enfrascados en una pelea que no abandona su carácter ficcional, Franchi y Terrakius cruzan amenazas. Si hay un retorno, Miguel asegura que Germinal será aún mejor: "Necesito parar para saber si lo puedo hacer mejor. O no hacerlo. Hay un momento de cambio en mi vida donde lo artístico y lo personal se juntan. Pero Germinal ha sido mi héroe. Tal vez técnicamente en la escritura estén sus puntos débiles. Me lo han dicho mis maestros, y sin embargo algunos oyentes o espectadores me dicen que lo mejor es cuando se me sale la cadena. Puede ser, no lo sé, pero técnicamente puedo desnudar mis debilidades como creador".

- ¿Por allí pasarían las mejoras en un eventual retorno?

- Entre otras cosas, sí. Pero como hasta acá llegamos, ha sido mi héroe. Yo le he hecho decir cosas que tenía ganas de decir, de verdad.

- ¿Por dónde se canalizará ahora aquello que quiere decir? ¿Será como director de grupo?

- (Piensa) Es que... son veinte años de Germinal y más de treinta años de teatro. El cambio lo abarca todo. Me acerqué a colaborar con las inferiores de un club de barrio, algo que no tiene que ver con el teatro, pero sí con otra pasión mía, que es lo social, el fútbol. Tirar paredes en una cancha es muy creativo, y si éso a un joven o un niño le sirve para después conocer el esfuerzo y compartirlo para levantar las paredes de su casa o la de un vecino... ahí va a estar. Ayer hablaba con Severo (NdR: Callaci, a quien dirige en La canción del camino viejo), y le decía que preparar jugadas, o ensayar la diagonal de un wing, es como ensayar. Después si sale en un partido provoca lo mismo que si sale en una función. En joda podría decir: "Es más de lo mismo, pero distinto".

En tren de metáforas futboleras, Germinal Terrakius se inspirará en Roger Milla para participar de las dos jornadas que, esta noche y mañana a las 22, se realizarán en Caras y Caretas como varieté homenaje. "Milla entraba unos pocos minutos y hacía maravillas. Yo no sé si haré maravillas, pero entraré unos pocos minutos y me voy a disfrutar de esta gente con la que he compartido cosas", asegura Franchi, que llegará al teatro de Corrientes 1518 junto a Los Arana y sus marionetas, Orestes Muñante, Eleonora Gotán, Eddie Morales, Sergio "Manchi" Milioto y Julio Franchi (su hijo músico), más algunos números sorpresa.

El futuro, en tanto, no apremia. "Después se verá --desdramatiza Franchi--. Esta suerte de balance es inevitable y está bueno, porque desafía a pensar cosas. Y acordarte de cosas insospechadas, gente que pasó por los programas, columnistas espontáneos que después se transformaron en mis amigos. Después también hay cosas que hubiera querido hacer mejor. Pero la otra vez escuché un reportaje y pensaba que a veces uno se exige de mala manera. Escuchaba en Encuentro a El Sabalero, que dijo: 'Yo en el escenario hago lo que puedo'. Está bárbaro éso: hice lo que pude. Ahora hay un cambio. Actor ya fui. Germinal ha tenido que decir mis cosas, y en joda con él decimos: 'Si me pasa algo, ¿qué van a decir? Una vida dedicada al teatro...'. Es mucho una vida dedicada al teatro. Es más lindo cuando se nombras varias cosas. Total va a ser más de lo mismo. Por ejemplo, ¿quién no querría ser editor? También me gustaría ser buffetero de un club. O esto del fútbol: ahora estoy pensando en éso, colaborar de esa manera. Y en dos o tres jornadas me he ido del Club San Roque sintiendo que el más beneficiado fui yo, por haber estado ahí.