Algo de enojo se trasluce en Daniel Grecco, gerente del Complejo de Cines Monumental, cuando puntualiza a Rosario/12: "Lo que uno lee en algunas publicaciones locales, donde toman cifras de la Capital Federal y dicen que en Rosario estamos en abundancia, con un incremento del 8 a 15 por ciento en las recaudaciones de cine". "Te tengo que decir que lamentablemente la ciudad de Rosario pasó a tener un promedio de diez mil personas menos que Córdoba, que era una plaza que estaba en tercer lugar", agrega.

﷓-¿De manera que ahora Rosario ocupa el tercer puesto?

﷓-Nosotros siempre ostentamos un segundo lugar, pero ya no. Es lamentable, pero comparado con el año pasado, tenemos una baja de un 30 a 40 por ciento. Te doy un ejemplo. Hace un mes atrás, en los precios de martes a miércoles (Cines Monumental), que está rebajado, metíamos mil trecientas a mil cuatrocientas personas; en estos últimos martes hemos metido unas quinientas. Hay una baja muy importante. Pero lo que más me duele es que hubo películas premiadas con el Oscar, hubo títulos de buenas producciones, pero me parece que la gente está con la cabeza en otro lado. El video pirata hace mucho daño también. A uno le puede gustar el cine﷓arte o el cine del recuerdo, pero lo cierto es que no dejamos de ver televisión, y los videos se ven en pantalla chica. Al cine se lo ve en el cine. Hemos luchado mucho para que El Cairo fuera un bastión cultural de la provincia, me gustaría en este sentido que se organicen más funciones gratis, para que la gente no pierda el hábito de ir al cine. Ese es mi miedo, creo que se está perdiendo la costumbre. Si bien me alarma un poco la mala difusión que dan los medios de la ciudad sobre el tema, mi otro temor está dado por la falta de público.

-﷓¿Qué tipo de relación, en este sentido, se mantiene con el Instituto de Cine?

﷓-El Incaa pone cada día más imposiciones. Pareciera que están escuchando solamente a un cierto sector de la Capital Federal; en lugar de ayudar a los complejos nacionales para que puedan permanecer, nos están tirando tierra encima. En Brasil, Lula supo decir "menos iglesias evangélicas y más cines", y salió una nueva ley votada por senadores y diputados con el propósito de reabrir 800 salas. Va a estar bancado por el Estado, con créditos blandos, para que cada exhibidor pueda tener su cine en condiciones digitales. Además, obligaría a las empresas multinacionales que ingresan el material a pagar a la sala mil dólares por cada vez que se exhiba una película, lo que ayudaría a dar más confort a la sala. Creo que hay un desconocimiento por parte del Incaa, que mira los grandes complejos de Buenos Aires sin acordarse de que, por ejemplo, el Monumental es un complejo nacional. Si bien no somos de alta jerarquía no dejamos de ser una de las opciones que tiene el centro de la ciudad. Pareciera que últimamente estamos recibiendo más castigos que premios por mantener un complejo nacional abierto. A ello se suma la ley impulsada por el Incaa, destinada a limitar la cantidad de copias a estrenar. Así como las presiones que nos vienen haciendo distribuidoras multinacionales de títulos como Disney o Warner.

﷓-Parece relevante entender que el cine sucede también desde estas instancias fundamentales, que el espectador debiera conocer. Tal como las diferentes realidades comerciales que significan los distintos complejos de la ciudad.

﷓-Esto que te digo es información pública: el Showcase tiene casi un 50 por ciento de la torta del mercado, y el Monumental oscila entre un 10 y 15 por ciento. Si el Monumental se sostiene es también porque hay treinta y cinco familias que estamos viviendo de lo que produce el complejo. Creo que de lo que se trata es de conseguir que la gente tome conciencia de que, si bien con algunas limitaciones, podemos competir de la misma forma. Pero necesitaríamos respuesta del gobierno. De hecho, se han cursado cartas a la presidenta de la Nación, pero todavía no recibimos respuesta. Por lo pronto, y porque no me voy a quedar de brazos cruzados, estoy tratando de hablar con diputados y senadores de la Capital Federal, para que el Incaa por lo menos hable con nosotros y podamos acomodar un poco los tantos. Pareciera que nos toca siempre caer bajo la sombra del gran ombú, las multinacionales son las que pactan primero y a uno no le queda más que acatar o cerrar el negocio. Lo cierto es que si tenés cincuenta pantallas podés pelear mucho más con una distribuidora que nosotros, que tenemos nueve salas. El gobierno de Brasil, sin intervención de los exhibidores, exigió que al estreno de una película los complejos nacionales también la tuvieran. Así como tenemos fútbol o automovilismo para todos, que también tengamos cine para todos.