Un proyecto de investigación creativa. Una investigación para crear un proyecto. Una creación para proyectar una investigación. Cualquier definición se puede ajustar al origen de Place, una idea peregrina que nació hace ya algún tiempo en Vasava, el estudio de los diseñadores gráficos Toni y Bruno Sellés, y que ahora llega a Rosario en forma de exposición.

A diferencia de Augé y sus transitadísimos "no lugares", hace poco más de un año y medio, los diseñadores gráficos Toni y Bruno Sellés (padre e hijo) apostaron al "lugar", a la ciudad, al sitio de pertenencia, como el signo de identidad cultural por antonomasia. Así surgió esta idea baladí que pronto asumiría la forma de un concepto dinámico: meter el mundo en una valija y mandarla a pasear por el mundo.

Dieciocho meses y 170.000 kilómetros después, la maleta regresó a Barcelona conteniendo el trabajo y la impresiones de 35 diseñadores de Australia, Japón, China, Filipinas, India, Rusia, Turquía, Suiza, Dinamarca, Islandia, Alemania, Italia, España, Inglaterra, Francia, Holanda, Portugal, Senegal, Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Venezuela, México, Estados Unidos y Canadá.

"El objetivo fundamental era detectar cuanto había de verdad y cuanto de mito en esto de la globalización --dice Toni--. De Lima a Manila, de Guayaquil a Bangalore, nos preguntamos: ¿será que trabajamos los mismos códigos? ¿que escuchamos la misma música? ¿que nos preocupan las mismas cosas?, y sobre todo, ¿cuánto hay de nuestro lugar en lo que hacemos? De modo que la idea fue dividir el mundo en dos, y tomando a Barcelona como el punto de partida, como meridiano de Greenwich, trazar un itinerario de viaje, aunque claro, lo que en realidad viajaba era un libro. Queríamos hace un diario de viaje, que a su vez viajara visitando diseñadores de todo el mundo para que, a través de él, ellos reflexionaran sobre su trabajo", cuenta el titular de Vasava, estudio fundado en 1997 por los Sellés y que hoy ya ocupa a quince personas.

Así, sin previo aviso, 35 diseñadores de todo el mundo elegidos de manera aleatoria --"caprichosa", aclarará Toni, "de la misma manera en que uno decide cuando viaja, porque éste me gusta más que éste, porque me contaron, o simplemente, porque me gustó el nombre. Y es que no buscábamos diseñadores de renombre, sino que jugábamos a riesgo, a ver qué descubríamos".

De Tokio al Distrito Federal, de Copenhage a Buenos Aires, diseñadores, ilustradores, dibujantes y artistas, de entre veintipico y cuarentaytantos, recibieron una gran caja negra conteniendo un cuaderno, una cámara de fotos digital, una filmadora, una remera blanca y una consigna: "necesitamos que nos cuentes qué haces, cómo lo haces, para qué y sobre todo, cómo influye en él, el lugar donde vives --apunta el mentor y curador, ahora también viajero--. Obviamente, para concretar semejante plan necesitábamos un patrocinador. Así que cuando apareció enseguida pusimos manos a la obra, y tanto nos entusiasmamos que hasta le agregamos un plus: el recurso audiovisual. Enviamos una cámara para que cada uno nos contara lo que quisiera. Los resultados fueron sorprendentes, todos distintos, en muchos casos buenos, en otros decepcionantes, pero todos afortunadamente inesperados".

Además de la muestra en sí, que además de las veinte páginas solicitadas a cada uno de los artistas, una remera y un pasaporte imaginario, la muestra incluye los videos de manufactura casera creados por los 35 invitados que en un sinfin, se proyectan todos juntos en simultáneo en un gran mural--pantalla.

"Queríamos era construir una especie de mensaje babélico. Mostrar esto de que las ciudades viven todas al mismo tiempo, sus discursos compiten, en un murmullo universal. Hay lenguas que se cruzan, que se interpelan, que se desafían. Las marcas culturales aparecen debajo, encima, detrás o a través de las personalidades de estos 35 ejemplares del diseño".

"Creo que la muestra tiene como distintos niveles de lectura --explica Sellés--. Uno, digamos más superficial, que tiene que ver con lo formal, el diseño per se. Otro que tiene que ver más con lo semiótico, con el significado de esa imagen, con la mirada personal del diseñador. Hay un otro nivel, más profundo, vinculado a los rastros, a las huellas que se pueden leer, digamos 'entrelíneas': quién es el creativo, dónde vive, qué piensa de su lugar, cuál es su iconografía. Finalmente creo que se puede hacer también una lectura macro, que tiene que ver con el conjunto, con el estado de cosas a nivel mundial: ¿de qué estamos hablando los diseñadores?, ¿qué queremos comunicar?, ¿qué cosas nos preocupan como seres humanos?".

(Place se puede visitar de martes a domingos, de 15 a 20, hasta el 25 del corriente en los túneles del Centro Cultural Parque de España, Sarmiento y el río. Hoy a las 19, Toni Sellés dará una visita guiada. En tanto, el jueves, a la misma hora, el artista brindará una charla ilustrada con material no incluido en la exposición).