Aunque la referencia directa lleve a su versión de La Biblia, Vox Dei logró trascender ese hito y hoy es registrada como una de las bandas fundacionales del rock argentino. Sin embargo, lejos de quedarse en los anaqueles de la historia, el grupo sobrevivió a diversos vaivenes y continúa con vida. A poco más de un año de cumplir cuatro décadas de su gestación, el proyecto que hoy llevan adelante los fundadores Willy Quiroga (bajo y voz) y Rubén Basoalto (batería, percusión y voz) junto a Carlos Gardellini (guitarra, percusión y coros) acaba de editar un nuevo disco, El camino, que mañana será presentado en el nuevo "templo del rock y el blues": Zona de Nadie.

Pero no serán únicamente novedades las que el grupo repase en el local de Sarmiento 1037, según adelantó el bajista y cantante: "No vamos a tocar todos los temas del disco nuevo, porque hay que darle tiempo a la gente a que reaccione. Entonces van a estar también los clásicos que quieren escuchar y que nosotros queremos tocar". En esa misma línea, Quiroga admitió que con el paso del tiempo los clásicos del grupo se fueron amoldando de manera natural: "Tenemos un estilo para tocar, y por más que sean clásicos tienen un sonido muy actual. Es más, por eso hemos grabado de nuevo algunos temas como `Compulsión`, `Tan sólo un hombre`, porque son los mismos temas que tenían un sonido muy actual, pero que decidimos volver a grabar. Aparte nunca hemos dejado de actualizar nuestras canciones".

Cómodos con la formación de trío --"es algo para disfrutar. Cada uno toca lo suyo, hay que traspirar la camiseta y es muy divertido"--, en su nuevo disco los Vox Dei sumaron como tecladista invitado a Simón Quiroga, hijo de Willy, quien también estará presente en Rosario, aunque actuando como banda soporte junto a sus compañeros de Granja X. El plato central será la legendaria agrupación, que buscará repetir el cruce etáreo que suele darse en cada una de sus actuaciones. En ese sentido, el bajista concluyó: "Nos sentimos bien con la vigencia de Vox Dei. Se produce un espectáculo muy lindo cuando ves tres o cuatro generaciones compartiendo la misma música, dándote cuenta de que esa barrera generacional de la que tanto se habla desaparece totalmente cuando Vox Dei está arriba del escenario".