A partir de la publicación de algunas de sus obras a través del sello Stark-Music, el compositor Ezequiel Diz estableció contacto con diversas agrupaciones europeas, interesadas en aproximarse a nuevos creadores de música contemporánea y, también, de tango. Ambas cualidades se reúnen en la obra de Diz, que esta noche volverá a escena con su Quinteto Berretín sumando como invitada a Dietlind Von Poblozki, violinista solista de la orquesta de cuerdas alemana Artentfaltung que, de paso por Buenos Aires, decidió llegar hasta Rosario para conocer personalmente a Diz, de quien interpretan algunas composiciones.

Creaciones que, coincidentemente, forman parte también del repertorio habitual del Quinteto Berretín, el proyecto que tiene a Diz como guitarrista y que se completa con Lucas Querini en piano, Mariano Asato en bandoneón, Guillermo Copello en violín y Julia Martínez en contrabajo. Sacando provecho entonces del conocimiento mutuo de las obras, el grupo sumará a Von Poblozki en el concierto que esta noche, a las 21, se llevará a cabo en la Casa del Tango de Avenida Illia 1750.

Consultado por este medio, el compositor se refirió precisamente al vínculo establecido con la violinista, relación que "se fue dando con el tiempo y a la distancia, pero con mucha fluidez". "Ellos me fueron mandando las grabaciones en vivo de los conciertos --precisó Diz--, y finalmente se dio que la concertino y solista Dietlind vino a Buenos Aires y me contactó con la idea de visitar Rosario y, en representación de la editorial, a conocerme".

Esa visita derivó en la posibilidad de concretar el concierto en la Casa del Tango, que le dará además a la artista alemana de sumarse a una formación de corte tanguero. "Dietlind nunca tocó con bandoneón, porque en realidad viene tocando mis obras en versiones para orquesta. Por otro lado les he escrito obras puntualmente para ellos, pero lo más interesante es que luego de su visita y el concierto, a su vuelta ella se llevará consigo una idea más cercana a la manera de tocar el tango, los toques, los canyengues. Además, por suerte para mí, el violinista del quinteto Guillermo Copello es todo un especialista de los toques", remarcó el compositor y guitarrista.

-La posibilidad de interpretar tus obras junto a Von Poblozki seguramente te permitirá reunir dos modos de abordar esas composiciones: por un lado la lectura que hacen con el Quinteto y por otro el de Dietlind y su bagaje musical, seguramente diferente al de los miembros del grupo. En ese sentido, ¿te interesa que tus obras dejen margen para la relectura del intérprete?

-Sí, claro, un poco de eso se trata el lenguaje universal de la música, ¿no? Pero de hecho mi música al tener tanta vinculación con estos dos mundos ciudadano﷓académico, hace que ya no sea una música tan "tradicional" o regional. Por otro lado soy muy meticuloso en la escritura, para que el tango salga a flote aún a miles de kilómetros. Por lo general los músicos europeos, y por supuesto Dietlind, tienen una formación muy pulida y refinada. Con las características propias de mi música trato de "ensuciar un poco" la escritura de tango. Vale decir: hacer imperfecciones, técnicamente hablando. Yo creo que el espíritu musical está siempre presente, y las diferentes versiones de los intérpretes hacen que tome un cuerpo diferente.

Por estos días, Diz se encuentra concentrado en el objetivo de grabar junto al Quinteto Berretín, mientras comienza a crear obras pensadas específicamente para esta formación. "Algunas de las obras que hacemos, las más nuevas claro, están pensadas puntualmente para Berretín, como la 'Fantasía Tanguera Nº 6'. La idea de grabar también tiene que ver con plasmar este repertorio, para ya ir abordando otro nuevo, que está en camino y golpeando la puerta. Por suerte esta metodología de composición es así siempre: aunque no conozca personalmente a los músicos para quien escribo siempre me mandan grabaciones para adentrarme en su 'onda', y es una suerte componer puntualmente así, porque es un piso muy sólido para que la creación sea más genuina y libre", concluyó el creador rosarino.