El gobierno provincial reformulará el diseño de seguridad en villa Moreno para que la presencia policial sea "más activa". La idea, planteada ayer durante la reunión entre los familiares de las víctimas del triple crimen y el gobernador Antonio Bonfatti, es "reforzar los dispositivos" de seguridad en el barrio a través de una camioneta de la Guardia de Infantería y un patrullero, que estarán las 24 horas sosteniendo la guardia en el territorio. "También habrá efectivos en diferentes horarios, además de control vehicular", resumió el secretario de Seguridad Comunitaria, Angel Ruani. Al mismo tiempo, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Juan Lewis, dijo que "el gobernador transmitió su compromiso con la investigación del hecho" mediante un "mecanismo de trabajo más periódico para que el gobierno pueda prever situaciones", a través de reuniones quincenales. Los familiares manifestaron que estarán expectantes por el cumplimiento de las promesas, y aseguraron que hay otros temas a discutir, como la cuestión de la protección a los testigos, y la creación de una mesa paralela de "interlocución política". Para Eduardo Trasante, padre de Jeremías, "es evidente que hay una apertura y una disposición del gobernador. Esto no es un capricho, tiene que ver con lo que está pasando en el barrio (ver aparte)".

La semana pasada, los familiares de Jeremías Trasante, Claudio "Mono" Suárez y Adrián "Patón" Rodríguez, junto a los miembros del movimiento 26 de Junio Darío Santillán acamparon durante dos días frente a Gobernación, reclamando que los atendiera Bonfatti. Es que si bien a principio de mes se habían reunido con el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, para pedir mayor seguridad para los testigos de la causa, a los pocos días fue baleado Roque "Keko" Suárez, hermano del "Mono", por lo que están detenidos dos de los hermanos de Ezequiel "el Negro" Villalba --implicado en el ataque a balazos a Maximiliano Rodríguez, el hijo del "Quemado", horas antes de la matanza en villa Moreno--, acusados de "tentativa de homicidio".

Desde el movimiento, advirtieron que el ataque a Keko tuvo que ver con la "desaparición de los móviles del Comando Radioeléctrico, encargados de su custodia". Ante la falta de respuestas del gobierno se instalaron con una carpa frente a la sede de Gobernación, el jueves de la semana pasada, para exigir un compromiso.

Bonfatti, que fue increpado en actos de gobierno por los manifestantes para que los escuchara, finalmente los recibió junto a Lamberto, Ruani y Lewis. "Lo que más nos interesaba de esta reunión era lograr una mesa de trabajo conjunta donde se involucren funcionarios de alto rango de la provincia, compañeros del movimiento y familiares de la víctima para evaluar las próximas medidas. Somos los que estamos todo el día en el barrio y vivimos las amenazas", dijo Pedro Salinas, del 26 de Junio; quien agregó que pretenden "que haya una mesa paralela de interlocución política con el ministro de Gobierno, Rubén Galassi, para que además de monitorear este trabajo técnico, podamos desplegar una comunicación fluida y estrecha ante lo que pueda surgir".

Lewis, en tanto, destacó que "hace tiempo que la secretaría de Seguridad Comunitaria viene teniendo una relación muy estrecha con todos los testigos y las víctimas del hecho; pero ahora se le piensa dar un canal más institucional para tener algún efecto de protección a los testigos", que se abordará en el próximo encuentro. Además, dijo que la mesa quincenal tiene por objetivo "seguir de cerca todas las alternativas que puedan suceder en el barrio, en cuanto a la investigación judicial y a los hechos de inseguridad".