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En una única función, hoy a las 21.30, en el Gran Salón (quinto piso) de la recientemente creada Plataforma Lavardén (Mendoza 1085) se presenta el espectáculo Cantando Calamidades, protagonizado por la actriz, música y payasa Julia Castillo, bajo la dirección de Lucas Cristofaro De Vincenti. A través de este espectáculo los integrantes de la Asociación Cómica "La Luna y el bigote" nos invitan a formar parte del universo de una mujer, una payasa; tratando de entrar a su mundo de canciones y risas, de tragedia y amor, donde el espectador también es el protagonista.

Julia Castillo, actriz nacional egresada de la Escuela provincial de Teatro y Títeres y de la primera escuela de Clown de Rosario, dialogó con Rosario/12 acerca de esta nueva incursión por su ciudad natal, después de años de intensa actividad artística en España. "Luego de presentarla en Europa y en algunos países del cono sur, llegamos a Rosario con Cantando Calamidades para participar del festival Payasadas 2009 en el Galpón 17. Y en junio de este año arribamos al Cultural de Abajo, invitados por el Tercer Ciclón de Clown de Rosario, organizado por La Escuela de Clown", dice Castillo.

Esta dúctil actriz que tomó clases de clown con Héctor Ansaldi, Patricia Larguía y Sergio D`Angelo; estudió teatro con Norberto Campos, Claudia Cantero y Gustavo Guirado, incursionando durante cuatro años en la Escuela Provincial de Música, nutriéndose de una sólida formación adquirida en esta ciudad para después probar suerte en otros lugares del mundo. "Tanto yo como Lucas somos oriundos de Rosario, aterrizamos hace seis meses aquí y no paramos de generar espacios de formación y espectáculos. Volvemos a presentar Cantando Calamidades (canciones en clown), que es un espectáculo integrado por canciones y textos propios con el que hemos recorrido gran parte del continente americano y europeo", comenta la actriz que interpreta a Tertulia Gómez.

"Una mujer, muchas voces y también silencios", dice el parte de prensa que anuncia esta sorprendente propuesta, donde aparece "una niña perdida, que nadie buscó, salvo ella misma, que se busca y busca que la recuerden". Una especie de homenaje a ese rincón de niño que anida en todo artista y que siempre aparece cuando se establece esa misteriosa conexión entre el creador y su público.

Quizás esa niña ya andaba deambulando en La muerte de la Nación, recordada intervención callejera dirigida por Claudia Cantero, en la que Julia Castillo componía uno de sus personajes, o en Las preciosas Ridículas de Moliere, bajo la dirección de Luciano Matricardi, por citar algunas de las producciones en las que participó esta mujer "que ríe de tanto llorar, que llora de tanto cantar y que canta para no llorar", como le pasa a su payasa Tertulia Gómez en Cantando calamidades.

Artistas rosarinos que vuelven porque quieren compartir todo lo que aprendieron aquí. Y, también, en otras latitudes; donde perfeccionaron sus herramientas.