El rostro de alegría del realizador Juan Diego Kantor no es dato menor: Buscando al huemul fue estrenada en la Competencia Oficial Argentina del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, tuvo tres proyecciones, diálogo con el público, más la presencia del equipo técnico y actor principal. Es corolario justo, entonces, la posibilidad local de ver el film en El Cairo Cine Público (Santa Fe 1120), tanto hoy (a las 20 y 21.30) como mañana, en el horario de las 20.

Otro capítulo, más y mejor, para el despliegue audiovisual que se ha generado. "Las posibilidades para hacer cine ﷓-dice Kantor a Rosario/12-﷓ se han ampliado muchísimo. Cuando empezamos a buscar financiamiento la alternativa, desde el Instituto de Cine, era hacer una película de 600 mil dólares, pero por suerte salió la Quinta Vía (NdR: o Vía Digital, financiación que el Incaa destina a películas documentales de creación e investigación) y la posibilidad de terminar en digital, lo que significó un gran cambio porque se empezó a producir mucho más. También decidimos producir desde acá y el Programa Estímulo de Santa Fe nos ayudó mucho. Hay una apuesta desde todos lados. Desde el Estado nacional, provincial, y desde la Municipalidad, uno puede ir consiguiendo dinero, y todos persiguen un mismo objetivo, el de un cine más federal".

- Es algo que obliga a realizadores potenciales y estudiantes de cine a conocer más del entramado financiero, tan importante como la redacción de un guión.

- Así como se entrega más dinero también se comenzó a capacitar con clínicas. Está de moda hacer un discurso que presente a tu película, porque hay que saber presentarla, de ello depende el financiamiento, algo en lo que antes ni se pensaba. Todas las clínicas por las que pasé tuvieron que ver con esto, con contar tu proyecto en pocos minutos, en hacerlo visible y posible. Entre la búsqueda de financiamiento y la realización de Buscando al huemul hicimos Gran inundado (2007), eso también habla un poco de lo que se tarda en hacer las películas. La idea para Buscando... surgió en el 2005.

Buscando al huemul es un viaje de compañía, un derrotero que tiene comienzo o desenlace inciertos, en todo caso lo que guía es la reflexión, la pausa, el sonido del viento. Su protagonista es Ladislao Orosco, hombre veraz de la Patagonia, descendiente mapuche, que persigue un cometido preciso: encontrar, ver, un huemul, así como lo hiciera su padre, así como tantos más antes que él.

"A Ladislao lo conocí en 2005 en Bariloche, haciendo un institucional para una empresa de turismo, él manejaba una 4x4 en una excursión para adolescentes. Eran las ocho de la noche, él estaba cansado, pero me empezó a contar sobre las comunidades mapuches de Bariloche y me mostró otra cara, que no es la que todos conocemos, y me contó que quería buscar un huemul. Yo en ese momento no sabía qué era un huemul. El huemul es un ciervo autóctono de la Patagonia, que está en proceso de extinción y que se esconde en las alturas de la montaña. Desplazado por la acción del hombre y la introducción del ciervo europeo, se refugia en una franja muy pequeña, donde el suelo es muy árido, pero donde no llega el ciervo o el hombre y los perros. Al estar desplazado, el huemul se convierte en un fantasma, muy poca gente lo conoce. El padre de Ladislao había visto un huemul y él también quería verlo, era su sueño. En ese momento decidí acompañarlo".

- A partir de esto se generan lecturas entrecruzadas, entre el animal y la memoria sobre los pueblos originarios.

- La película lo plantea desde pequeños puntos, sin dar mucha información, con pequeñas ideas y situaciones. El huemul es también una metáfora, una búsqueda de la identidad. Como no es un documental típico parece también una ficción, la brecha entre uno y otro se vuelve difusa, pero todo lo que se ve en la película realmente sucede.

- Destaca la intimidad familiar, tan espontánea ante la cámara.

- El protagonista no se deja intimidar ni modificar por la cámara, y eso fue muy interesante. Al haber sido un proceso tan largo, la película se fue construyendo con él. Si hubiésemos conseguido el dinero en 2006 o 2007, la película hubiese sido otra. Es decir, viajé veinte veces a Bariloche, con Ladislao ya somos amigos. La película es la búsqueda de este hombre, junto con su amigo Nazareno, y comienza con el viaje mismo, con la idea de que sea el espectador quien vaya averiguando el por qué del viaje. Las situaciones, los flashbacks, el trabajo, hacen entender el motivo, que es la idea de la película.