"La de Rosario no sólo será la primera presentación del disco en Argentina: será la primera en el mundo", anuncia entusiasmado Martín Buscaglia, el inquieto compositor uruguayo cuyas asiduas visitas a la ciudad tendrán ahora un valor agregado y distintivo: el lanzamiento de El pimiento indomable, creación compartida con el legendario músico español Kiko Veneno. Acompañada por Martín Ibarburu en batería, Herman Klang en teclados, Mateo Moreno en bajo y Nicolás Ibarburu en guitarra (quien fue además coproductor del disco), la dupla se presentará desde las 22 en Sala Lavardén (Sarmiento y Mendoza), donde Coki Debernardi y Franco Mascotti abrirán el show como invitados.

Derivada de la amistad entre ambos artistas, la creación de El pimiento indomable se cocinó en Montevideo, donde durante un mes Buscaglia y Veneno se abocaron a la composición compartida de cada una de las canciones. Luego llegarían las invitaciones a otros artistas afines, predispuestos a prestarse al juego de una dupla que, a lo largo de sus respectivas trayectorias, esquivó los encasillamientos. "En nuestras músicas, en nuestros discos, tanto Kiko como yo teníamos una cosa de búsqueda --apunta Buscaglia en diálogo con Rosario/12--. Más explícita o más implícita, pero siempre está presente una singularidad. Esa es otra de las cosas que nos unió al momento de hacer este disco. Somos amigos de muchos músicos increíbles, pero por algo se nos ocurrió de hacerlo entre nosotros".

Luego de reconocer que "ninguno de los dos es un artista de género", el músico uruguayo se permite una reflexión en torno a la diversidad estilística que ha marcado a sus respectivas discografías, descubriendo además un punto de origen en común: la música negra. Y, también, los inevitables Beatles. "Por más que la música de Kiko se haya asociado a lo flamenco, él tiene también una cosa popera, rockera, africana --explica Buscaglia--. Lo mismo pasa en mi música, creo que se nota la cosa uruguaya candombera, pero hay muchas otras cosas. El ejemplo máximo, y un punto de convergencia, son los Beatles, una música que une a cualquier músico, de cualquier edad y género. Los Beatles son una influencia para ambos, son un ejemplo en esa cosa de la libertad. La mejor manera de relacionarte con la música es hacerlo súper libremente. A mí no me importa el género, siempre y cuando sea algo que me conmueve, que es atractivo".

Lógicamente diverso, espontáneo, fresco y por momentos inquietante, El pimiento indomable se carga de guiños musicales para, al fin y al cabo, reposar siempre en la canción. Al respecto, el uruguayo apunta: "No quería hacer un disco de electrónica o de hip hop, por más que puedan aparecer. Quería aprovechar el lado americano, entonces hay candombes, aires de cumbia, milonga, samba-reggae. Me parecía un desperdicio juntarme con alguien como Kiko para hacer algo solamente pop. El es un gran cancionero, y se nota en el disco, que es un disco más de canciones, por el hecho de haberlo compuesto mano a mano. Son canciones hechas en la cocina de mi casa con dos guitarras acústicas. Es un disco de canciones para ser cantadas, que tienen sentido si la gente las puede cantar. Y es un disco que exuda una cosa de cariño muy grande: se nota que fue cocinado por dos personas en un momento vital".