"El doble es lo ominoso", se lee en un texto de la película Trailer (2010), un cortometraje de 3:17 minutos por Nicola Costantino y Víctor Kesselmann, que al modo del trailer de una película narra cinematográficamente, en el estilo visual oscuramente bello del género gótico, un sueño realizado: la creación del propio doble. En Trailer (http://www.nicolacostantino.com.ar/es/obra_nicola_trailer.php) puede verse la historia, en parte realidad de taller y en parte ficción, de cómo la escultora rosarina calca su propio cuerpo, lo completa con verosímiles detalles y vive un idilio con su propia copia, esa especie de Golem a la que su creadora le sonríe con su paradójica dulzura glacial mientras la otra Nicola yace en coma o avanza en una silla de ruedas. La Nicola real está embarazada; la muñeca, no. Al final sucede "lo inevitable": el doble debe morir.

El suave humor macabro que resulta de la confusión entre lo inanimado y lo animado ya estaba presente en obras anteriores, como la videoinstalación Animal Motion Planet (2004). La ironía ya empieza en el título, que coincide con el nombre del "género" trailer. Las imágenes, entre grotescas y perturbadoras pero siempre estéticamente impecables, evocan el imaginario tecnológico romántico y decadente de aquellos cuentos fantásticos del siglo XIX que se anticiparon a la ciencia ficción del siglo XX. De hecho, el tema del doble es un motivo predilecto en esa literatura. Pero a diferencia de Nathanael, el protagonista de El hombre de la arena, de E. T. A. Hoffmann, la Nicola Costantino en la ficción del breve film no sólo no enloquece de horror y despecho al comprobar que su "objeto de amor" es una muñeca sin alma, sino que lo sabe desde el comienzo y acepta esta condición.

"El doppelgänger muestra un amplio pasado literario y cinematográfico... Es en el doble donde se basa el concepto de identificación del psicoanálisis", escribe la artista en su sitio web. "La Nicola artefacta es un extraño cadáver viviente. Mi doppelgänger, idéntica a mí pero sin estar embarazada, interactúa conmigo embarazada. Ella aparece escindida de la originaria, y en un momento se torna amenazante y perversa. Uno se odia y se ama a la vez, sin ser más que víctima de sí mismo", resume.

El film forma parte de un proyecto de Nicola Costantino que incluye diversas acciones, como la de fotografiarse con su doble. Hace tiempo que esta artista rosarina nacida en 1964 y formada en la UNR, hoy reconocida mundialmente, viene trabajando con su propia imagen en la tradición de Cindy Sherman (la fotógrafa norteamericana autora de los Film Stills, serie de autorretratos producidos para que parecieran fotogramas de una película que sólo existía en la ficción disparada por la foto). En su serie de autorretratos suntuosamente producidos, Constantino hace jugar un denso intertexto visual que dialoga con obras de fotógrafas artísticas como Diane Arbus o Grete Stern.

"A partir del encuentro entre Nicola Costantino y el fotógrafo Gabriel Valansi, en 2006, la artista desarrollará una producción fotográfica que no carece del tono misterioso y crítico de sus trabajos anteriores", escribió María Laura Rosa en la revista Barzón, Nº 22. "Estas obras exhiben cuestiones vinculadas con lo bello horroroso, los encuentros entre lo extremadamente hermoso y lo siniestro. [...] Costantino se convertirá en modelo de sus propios trabajos y pasará de ser la mujer que lee una carta de Vermeer, la que ocupa el lugar de Velázquez en Las Meninas o la Venus del espejo del mismo autor a las gemelas de Diane Arbus o el fotograma de la autómata que imita a María en la película Metrópolis de Fritz Lang".

La propia obra como copia o versión de otras obras, un leit motiv entre los artistas de su generación apropiacionista y desconfiada del mito romántico de la originalidad, tiene en "Nicola y su doble" (serie de fotos por Costantino y Vanasi) un epítome deliberadamente bizarro: la propia obra como copia o versión de la artista misma. Estas fotos se podrán ver en la planta alta del Espacio Cultural Universitario (ECU, San Martín 750) desde este viernes 8, a las 19, hasta el 8 de mayo. El título de la muestra de Costantino, que consta de 30 fotos, es Alteridad, un título muy en sintonía con las reflexiones que disparan estas obras. Justamente la alteridad (el acceso a la realidad de otro) es lo imposible de alcanzar cuando el sujeto sólo puede tomar como objeto al reflejo idéntico de su propia imagen en el espejo. La soledad es el drama del narcisismo. El sentido de las obras de Costantino es siempre perturbador; en este caso, lo perturbador es la pregunta que surge, la de si esa alteridad soñada es realmente posible de alcanzar, o debemos conformarnos con espejarnos en otro y nada más.