Luego de que representantes de las agrupaciones de músicos independientes más importantes de la ciudad -El Qubil y Acmi- manifestaran sus posiciones respecto a la implementación de la Ley Nacional de la Música (ver la edición de Rosario/12 del pasado sábado 2 de marzo), la mirada en torno a la efectiva ejecución de la normativa corresponde ahora al Sindicato de Músicos de Rosario. Hugo Vitantonio, ex secretario general del gremio (del que hoy es tesorero) y actual director de la Fundación Musimedios, expresó en ese sentido que "las bondades o fracasos de esta Ley, como en otros casos de leyes similares, deberán evaluarse en un plazo de entre cinco y diez años". "Allí tendremos un panorama más claro con los resultados en la mano -consideró Vitantonio ante la consulta de este medio-. Por lo pronto hay que esperar la reglamentación y, sobre todo, saber efectivamente cuáles serán los recursos con que contará el Instituto".

-¿Desde el Sindicato consideran que abrirá realmente el espectro a nuevas fuentes de trabajo?

-Te contesto a nivel personal: esta es una ley promocional, la creación de trabajo no está entre sus prioridades. Como ley promocional apunta a generar oportunidades, que no está mal, pero es muy distinto a crear trabajo.

Para el dirigente del Sindicato de Músicos hay algunos aspectos que deben ser analizados en torno a una normativa que "se ha presentado como muy federal", pero que a partir de su sistema de conformación de sedes regionales, rompe con esa idea. "El hecho de estar discutiendo si seremos sede regional, subsede o delegación, confirma algo que sostengo desde hace mucho tiempo: la Ley es profundamente unitaria -consideró-. Pensemos que con los ojos puestos en la promoción, en un país con el 85 por ciento de la industrias culturales radicadas en Buenos Aires, la sede central debió ser San Luis, por su probada experiencia en este sentido, o Tucumán, Santiago del Estero o, por qué no, Rosario, la única ciudad importante del país que no es capital de nada; pero nunca Buenos Aires. Lamentablemente las cartas ya están jugadas y conoceremos entonces cómo negocian recursos los porteños cuando juegan de locales". Para Vitantonio, esa situación merece aunar esfuerzos de cara a lo que viene. "Por lo pronto hay que concentrarse en la reglamentación y hacer un lobby del interior unido y solidario -expresó-. Tengamos en cuenta que esta Ley no fue remitida por el Ejecutivo pero es el Ejecutivo quien la reglamenta. ¿Quién designará el staff administrativo? ¿Por dónde pasarán "finalmente" las decisiones? Los músicos rosarinos deben elegir interlocutores con mucho coraje, incorruptibles y con la inteligencia suficiente para conformar alternativas de poder en un Instituto con un fuerte perfil corporativo en su esquema de gobierno. Por lo demás, el mejor negocio es cuidar los recursos de proximidad que son los que aporta la Municipalidad a través de la Secretaría de Cultura. Creo que el Instituto nunca superará ese nivel de aportes, pero sería bueno que sume a partir de un fuerte proceso de articulación".

-¿Cómo es el vínculo entre el Sindicato y los músicos independientes de Rosario? ¿La Ley tendrá alguna incidencia en ese vínculo?

-He charlado largamente con Diego Boris, alma mater de la Unión de Músicos Independientes, acerca de la existencia o no de una contradicción entre músico independiente y músico sindicalizado. El me asegura que nunca ha tenido una posición antisindicato y, más allá de sus diferencias con el Sindicato de Músicos de Buenos Aires, él mismo está sindicalizado como docente en provincia de Buenos Aires. En el Sindicato de Músicos de Rosario no todos pensamos de la misma manera y es muy bueno que así sea, pero siempre prima el respeto por el trabajo de los compañeros y en ese sentido todos tienen la posibilidad de expresarse libremente. No creo que la Ley cambie este estandar de respeto mutuo.