CULTURA / ESPECTáCULOS › ALICIA PAZ GARCIADIEGO, INVITADA AL 20º FESTIVAL LATINOAMERICANO DE VIDEO DE ROSARIO.
Además de su guionista, esta talentosa escritora mexicana es la esposa del genial director de cine. Juntos encararon trabajos como "El coronel no tiene quien le escriba", "Profundo carmesí", "La reina de la noche". En Rosario presentó "Las razones del corazón".
› Por Emilio A. Bellon
A la hora de nombrar un film, por lo general, el mismo se suele asociar con los nombres de los actores, respuesta que ya viene de décadas idas; rara vez con el nombre de un director, a no ser que el mismo sea alguien que ya sea figura aceptada y consagrada, como ciertamente podemos escuchar cuando se refieren a obras de Luis Buñuel, Federico Fellini, Luchino Visconti, Woody Allen, Francois Truffaut, Akira Kurosawa, Abbas Kiarostami, Alfred Hitchcock, Ingmar Bergman; mientras que para los más jóvenes podrían ser igualmente Stanley Kubrick, Alejandro Amenábar, Quentin Tarantino, entre otros. Pero ¿quién recuerda el nombre de los guionistas?.
A mitad de camino entre un libreto cinematográfico, una fuente literaria y el mismo film, mediando toda una serie de oficios y operaciones, el guión cinematográfico permanece en penumbras, a la espera de ser redescubierto, desde ese gran potencial que lleva en sí mismo, por su armado, nivel de estructuración, consideraciones en torno al trabajo de articulación entre los planos de la imagen y los niveles sonoros, anotaciones al margen. Y en algunos casos, por los storyboards que acompañan a cada uno de ellos.
En el año 2000 la editorial Nuer de Madrid publicó un texto en el que, desde la compilación de Silvia Luna, nos permite leer las reflexiones sobre la escritura del guión y el oficio del guionista, a partir de las entrevistas realizadas a numerosos profesionales, entre ellos: Rafael Azcona, Angeles Gonzalez Sinde, Fernando León de Aranoa, Angeles Fernández Santos, Cuca Canals, Santiago Tabernero, entre tantos otros. El título del libro: "Matad al guionista...y acabaréis con el cine". Y en el mismo, desde trece puntos capitales y trece guionistas, se nos invita a participar de este encuentro con este sublime trabajo creativo, que se presenta como un librohomenaje.
Y podemos recordar, igualmente, entre otros films, "The player Las reglas del juego" de Robert Altman, film del 92 con un reparto admirable, familiar a su filmografía, que es una auténtica obra crítica sobre el cine industrial del Hollywood de hoy, que da las espaldas a los grandes hacedores, y que centra su punto de partida en la figura de un guionista, rol que cumple un hoy olvidado Tim Robbins y un plano secuencia que remeda al de "Sed de mal" de Orson Welles.
Y mientras escucho la partitura de "El coronel no tiene quien le escriba", compuesta por David Mansfield, para este inolvidable film de 1999, basado en la obra homónima de Gabriel García Márquez, deseo ampliar, una vez más, la dimensión que opera entre un realizador como es Arturo Ripstein y el trabajo conjunto que viene realizando, ya desde 1985, con Alicia Paz Garciadiego en su carácter de guionista. Y que como ya sabemos, como es de público conocimiento, es su presencia la de ella, la que nos acompaña, en esta edición, del Vigésimo Festival Latinoamericano de Video y Artes Audiovisuales, gran evento, tan esperado anualmente, que comenzara de manera tan artesanal gracias a la labor que promoviera entonces a su iniciativa junto a todo su equipo en el C.A.R., el actual Secretario de Cultura, Profesor Horacio Ríos.
En la noche de la inauguración, tras un prolongado corte de la energía eléctrica, la proyección de "Profundo Carmesí" contó con su gran presencia. Obra que nos remite, como otras, a los umbrales de la tragedia clásica y que se interna en las venas del barroquismo latinoamericano, desde personajes que se abisman en su deseo, los films de Arturo Ripstein, sostenidos de manera vibrante desde los guiones de Alicia Paz Garciadiego, nos ofrecen una relectura del melodrama, más descarnados, más expuestos en su desnudez. Así, desde mi punto de vista, los vivencio, me atraviesan.
Tanto Garciadiego como Ripstein, a través de los melodramas que nos vienen ofreciendo, pensemos entonces además de los mencionados en "Principio y fin" sobre la novela de Naguib Mahfuz, "La Reina de la noche", y últimamente en la presentada el día sábado junto a Leandro Arteaga, "Las razones del corazón" a partir de su recreación de un personaje muy controvertido para ella como es el de Madame Bovary, ahora escenificada en nuestro hoy; decíamos a través del melodrama, ambos, han podido subvertir las reglas canónicas del melodrama tradicional, liberarlo de su tutelaje de la moral burguesa.
A propósito del film "El evangelio de las maravillas", Garciadiego, en una nota firmada por Santiago Giralt en "Ossessione", comenta sobre la estructura del film, que es fragmentada, "está construida como un mural mexicano". Y nos dice el cronista, es que las escenas se suceden para dar un gran fresco, con situaciones que se repiten, se contradicen o se mutilan"... Y en relación con otros puntos del guión, Giralt continúa: "...las palabras de Garciadiego generan la poesía de Ripstein".
Y el encuentro entre ambos se dio a partir de la escritura del guión de "El imperio de la fortuna", sobre un cuento de Juan Rulfo. Corría 1985 y Ripstein ya había dado a conocer su versión, con guión de Manuel Puig, su versión del cuento "El impostor" de Silvina Ocampo.
En la función del jueves a las 22, en la sala del teatro La Comedia, con la presencia del hijo del escritor, Juan Carlos Rulfo, podremos admirar este film. Y releer desde aquí el camino que iniciaron juntos la guionista y el realizador, que me lleva a pensar desde ciertos parentescos y con las diferencias del caso, en nuestros recordados Beatriz Guido y Leopoldo Torre Nilsson.
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