Desde la afiladísima interacción que logran en escena y el rigor con el que trabajan sus textos humorísticos, Pedro Paiva y Alejandro Orlando lograron darle identidad a una propuesta teatral de alta calidad. Sin desviarse de lo que definen como un código ético, Los Modernos llevan ya once años de rica trayectoria, y siguen buscando perfeccionar su propio estilo. Así lo entiende Paiva, autor de los textos, que en diálogo con Rosario/12 destacó las cualidades de Rómulo, la obra que ayer presentaron en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085, quinto piso) donde esta noche y mañana (a las 22) brindarán dos nuevas funciones, y a la que reconoce como "una de las obras más alegres que hemos hecho hasta el presente".

Según indica Paiva, "dentro de las pautas estéticas y conceptuales de la obra, esta es una evolución más, un puntito más, un color más dentro de lo nuestro". En esa línea, el autor explica: "Como resultado diría que es de los espectáculos más divertidos, más musicales. Al humor lo seguimos manteniendo como eje de nuestro discurso. Es un humor respetuoso, que está dentro de un concepto y una ética de la compañía: no subestimamos al espectador, cuidamos mucho del lenguaje".

Muchas veces equiparado con el humor elaborado y refinado de Les Luthiers, lo que Los Modernos propone se basa precisamente en un exigente trabajo sobre el texto, al que luego recorren a velocidades sorprendentes, en una puesta despojada sólo revestida por las dotes actorales de la dupla (y, particularmente, de Orlando).

Al momento de analizar las razones que hacen de éste un espectáculo distintivo en relación a sus predecesores, Paiva explica: "En un punto el nuevo espectáculo es consecuencia inevitable de la evolución como individuos de Alejandro y yo, pero luego como en mi caso soy el autor, noto que en este caso tiendo más al texto breve con remate de una canción. Por éso es un espectáculo más musical que los anteriores. Eso le ha dado mucho ritmo. Es un espectáculo que fluye, de comienzo al final. A diferencia del texto, la música tiene esa característica del tempo, en ese tempo nos manejamos casi como una pieza musical, pero siempre con aquellas pautas que te decía, con humor, algo de reflexión, poesía, y con el cuidado del guión como ha sido desde el comienzo".

En esencia, sin embargo, las características distintivas de Los Modernos no se han alterado: "Para el que ya nos conoce, estará esta cuestión de que ha crecido el aspecto musical. Luego el discurso tiene las características originales de cada texto, donde el que ya es afín a la propuesta del grupo se encontrará con la lectura que hacemos de la realidad, obviamente a través del tratamiento del lenguaje. Aquí las canciones aparecen sobre el texto, comienzan a capella y luego finalizan gradualmente para seguir narrando. Hay como un deslizarse por un texto que suele ser hablado y a la vez cantado. Eso forma parte de nuestro estilo, nuestro modo de comunicar un hecho teatral".

En poco menos de 90 minutos, la dupla se pasea por una vasta cantidad de temáticas, a las que destinan en promedio algo así como 90 segundos. "Como autor del texto me doy cuenta que tiendo a la brevedad -apunta Paiva﷓﷓. Hoy el espectador, que está tan mediatizado, acostumbrado al concepto del zapping en la tele, a picar tanto por internet, tiene un entrenamiento de lo breve, rápido, donde el ritmo es fundamental. La televisión e internet han educado al espectador para la velocidad. Se acortó el tiempo, el espacio, la gente puede saber inmediatamente lo que pasó en Madrid o Japón. Al espectador de teatro, le da esa cosa de lo breve. Eso implica que nuestras obras sean muy variadas, de muchos temas, todos ellos breves. Con este aditivo de lo musical".