Con una trayectoria de casi quince años, y luego de tres discos en los que se confirmó como una de las nuevas figuras de la canción folklórica argentina, Emiliano Zerbini decidió atender una vieja demanda: la de darle forma a un disco centrado en las danzas nacionales. Algo de esa obra, titulada con el descriptivo título de Danzas Folklóricas Argentinas Vol. 1, formará parte del recital que esta noche, a las 21.30, Zerbini ofrecerá en El Aserradero (Montevideo 1518), abriendo un doble programa peñero que a la medianoche se completará con la actuación de Demi Carabajal.

Nacido en Córdoba y criado en Chilecito, Zerbini proviene de una familia vinculada con el arte de nuestra tierra. Y fue ése el ámbito que impulsó la concreción de este cuarto disco del artista, que con sus anteriores obras se había consolidado como un creador capaz de innovar sin correrse del respeto de las raíces. "Tiene que ver con una idea que venimos anhelando hace mucho tiempo. Es una inercia que tiene que ver con mi familia, mis padres y hermanos son todos bailarines, y siempre se conversó la posibilidad de hacer un disco de danzas. Uno está acostumbrado a moverse en un código que tiene que ver con la música. Para transformarlo en un código que tiene más que ver con la danza necesitás que alguien te ilumine, te oriente. Y trabajar con sencillez. Creo que ha sido muy bueno trabajar con un concepto que es viejo pero está bueno: menos es más. Trabajar con sencillez y delicadeza para que aflore la cadencia, el compás de las danzas folclóricas", apunta Zerbini en diálogo con Rosario/12.

Con una discografía que lo muestra como un creador atento a su entorno, en esta obra Zerbini parecería correrse de su faceta testimonial. Sin embargo, el cantante y guitarrista entiende que en Danzas... hay también facetas coyunturales: "Si bien el disco tiene que ver con algo más documental, también es testimonial, porque estamos sabiendo mirar el pedido de mucha gente que nos decía que hacía falta algo así. Este disco también es testimonio de éso, de abrir los ojos ante ciertos consejos que te da la gente, ver qué pasa con algunas canciones y danzas que han llegado a estar como muertas... que es una palabra horrible, pero tiene que ver con desempolvar algunos discos de vinilo. Es testimonio de algo que la gente está necesitando. Uno lo hace de manera colectiva y hay muchos actores en este proceso, que es un proceso cultural. Tiene que ver con una parte muy grande de la sociedad y del folklore, que dice que hace falta esto. Las canciones que hablan de lo sencillo, de las cosas puras, del aprendizaje de los niños, también son testimoniales".

Y si bien la gira de presentación formal de la placa está programada para el 2014, parte de ella estará incluida en el recital que Zerbini ofrecerá en Rosario, y que estará atravesado por un espíritu peñero que el músico celebra: "Para nosotros la peña es nuestro hábitat natural. Como músicos tenemos que aprender a escuchar, mirar a la gente a los ojos. En la peña eso se da, interactuar y que haya un ida y vuelta que sea generoso para las dos partes. Eso lo he aprendido de las peñas, y es fantástico. Es el lugar más dúctil, que te permite escuchar, bailar, comer, tomarte un vinito, y a los músicos nos permite contar las historias de las canciones, tocar fuerte, despacito, ir y venir. Hacer un set criollo mostrando el disco nuevo y después tocar las canciones que son más arriba, con otros instrumentos. Siempre prefiero la peña. Los teatros y festivales son lugares que merecen un trato y producción especial, pero en la peña, sin tanta expectativa, se pueden lograr cosas muy mágicas".