Lucas Cosignani, Facundo Kaminsky y Leandro Mena se conocieron en la Escuela Provincial de Cine y Televisión de Rosario. Algo los unió desde el primer momento: Se criaron viendo películas de acción y les encantan. Decididos a crecer como realizadores independientes, no esperaron hasta recibirse para fundar la productora Mala Frame (se pronuncia como se escribe, como "Mala Fama", explican). En un año y medio realizaron una ficción independiente de 7 minutos: El Comegato, con Adrián Abonizio, y un documental de 20:20, Kozmik Tango, coproducido con la Dirección Municipal de Educación. Ambos recorrieron festivales locales con muy buena respuesta de público y crítica.

También subieron a su canal de YouTube una serie de acción en tono de comedia negra, Sangre. Realizada en ratos libres en locaciones de la ciudad, con pocos actores y presupuestos cercanos a cero, la serie consta hasta ahora de 6 brevísimos capítulos que duran la mitad de un videoclip breve. Les sirve como cuaderno de notas para la experimentación con los efectos especiales básicos y el lenguaje del cine de acción. "La sangre esa es sangre que nos sobró", cuenta candorosamente Leandro Mena. La cronista lo mira horrorizada: "Sangre que les sobró de qué?", se espanta. "De otro corte", escucha la cronista que intenta explicar Lucas, pero oyó mal. "Sangre artificial que nos sobró de algún otro corto", termina de explicar Lucas.

Se refiere a El comegato (2013), donde Adrián Abonizio afila sus dotes histriónicas encarnando a un villano muy rosarigasino. No es casual la elección del emblemático músico (quien además compuso especialmente e interpreta la canción del título) al frente de un elenco que presenta una versión alternativa de la marca Rosario (según Lucas: "La casa del Che Guevara, la de Messi"), donde dos papeles secundarios están a cargo de los dibujantes Max Cachimba y Mosquil.

"Fue la primera vez que juntamos un equipo de 30 personas, con encargados de vestuario y asistentes en cámara y luces", cuenta Lucas. Con Aniela Troglia en la dirección de arte, y Luciano Matricardi y Marcela Ruiz en el papel de los desventurados "turistas" porteños que quieren probar el carlitos (pero les saldrá más caro de lo previsto), El comegato se trata ante todo de "la mirada que nosotros tenemos de cómo nos miran los porteños o la gente de afuera, qué mirada pensamos que tienen: la mirada del otro", explica Lucas. Él mismo se pregunta si más allá de la región funcionará este humor tan local y cargado de referencias a la buena o mala fama de la ciudad. Al igual que en Sangre y en Kozmik Tango, el término del título es literal (nada que ver con lo que significa metafóricamente "comegato" en otros lugares).

Más rosarina aún, Kozmik Tango surge de la intención de Andrea Meinardi (de la Dirección de Educación) de realizar y registrar una experiencia de lectura social, a la que llamó Mil voces para una historia. Tal es el subtítulo del film y fue la propuesta de la Dirección de Educación para la Semana de la Lectura 2013. Participaron docentes del Plan de Alfabetización Municipal "Yo sí puedo", integrantes de El Puente (espacio cultural del Hospital Roque Sáenz Peña) y visitantes al Jardín de los Niños en el "Puesto de lectura al Paso" que instalaron la Dirección y la Editorial Municipal de Rosario durante un fin de semana en el lugar. Colaboraron Cronopios Sala de Lectura y vecinos del barrio Las Heras, entre ellos Mosquil (que también actúa en El comegato) y San Tur (apodo de Gabriel Sytar), "actor fetiche" que no falta en ninguna película de Mala Frame. Un acierto fue dejar adentro de la edición casi exclusivamente (salvo que las circunstancias lo exigieran) tomas realizadas en el barrio con sus vecinos. Cada uno lee un fragmento de un mismo texto que relata la vida en el barrio, y el efecto de duplicación entre lo real y lo representado es subrayado por la estética de lo literal que cultiva la productora. Kozmik Tango es un documental que se atreve a lo que Pasolini llamaba "el cine de poesía". Además de ser una intervención barrial (más que un mero registro) lleva el sello de estilo de Mala Frame, que a pesar de la breve trayectoria de la productora ya se perfila como reconocible: un blend único de candor y de un humor entre negro y absurdo. El film sorprendió en la sección Presentaciones especiales del Festival Latinoamericano de Video por su fotografía, edición, posproducción y música original, todo ello a cargo de Facundo Kaminsky; Leandro Mena se ocupó de la grabación de sonido y Lucas Cosignani del guión técnico y la dirección de equipo y actores.

Lucas Cosignani es un actor experimentado, curtido por siete años de Match de Improvisación y varias puestas. Trabajó (entre otros) con Leonel Giacometto y Cristian Marchesi. Actuó en Bruthal (2012), una obra de suspenso psicológico dirigida por Marina Lorenzo y basada en un clásico del cine: La soga (Rope, 1948), de Alfred Hitchcock. Estudió también en la Escuela de Animadores y por su tono en la entrevista parece casi disculparse por esta amplitud en su formación. Lucas actúa en varios capítulos de Sangre. En la serie siempre es el que recibe las cuchilladas (de sí mismo, en un capítulo inicial con Lumila Palavecino), las piñas y las patadas. Las piñas son de Sansón (San Tur) y las patadas de Martín Ovando, actor y yudoca: "las peleas en las que él participa están mejor coreografiadas", explica Lucas. En Sangre, casi no hay letra y los personajes enseguida van a los bifes", dice.