Más de treinta canciones son las que se reparten en Revolución o picnic, el disco doble con el que La Chicana sigue aportando a la renovación del repertorio tanguero (producto del talento del compositor Acho Estol, líder del grupo junto a la cantante Dolores Solá), donde reaborda clásicos del género y, además, explicita la amplitud estilística que históricamente se filtró en su estética. "Alabama song", el encanto arábigo de "Ederlezi", la incursión oriental de "Noches de Shangai" o la emotiva versión sobre "Por probar el vino y el agua salada" le dan al primer Cd el sabor de los gustos satisfechos: es allí donde se concentran buena parte de los lados B a los que Estol alude en diálogo con Rosario/12.

"Muchos de los temas del disco tienen algo del pasado, algo de ese racconto de los 18 años del grupo --apunta--. Porque lo hicimos mucho pensando en qué temas habíamos dejado afuera, qué temas nos gustaron, siempre quisimos hacer y no nos animamos. Entonces fuimos a nuestra historia más íntima, a temas tabú, a ciertos temas que habíamos cantado juntos veinte años atrás pero que nunca nos habíamos animado a versionar, a tocar o grabar. Creo entonces que el disco también es especialmente confesional en cuanto a nuestros gustos y nuestro origen".

En la segunda placa de Revolución..., la diversidad característica de La Chicana sigue presente, aunque manteniéndose en la generosa línea tanguera (con sus ricos derivados) de discos anteriores. En la recorrida por uno y otro es posible reconocer la certeza del análisis realizado por el compositor, pianista y guitarrista. Una recorrida que será posible de apreciar en directo cuando esta noche, a las 21, el grupo celebre sus 18 años y presente formalmente el material en La Comedia (Mitre y Ricardone).

Consciente de que muchos jóvenes encontraron en La Chicana su puerta de ingreso al tango, Estol sabe también que la explícita apertura a nuevas formas musicales registrada en el disco doble cuadró bien entre el público histórico del grupo: "Los que nos conocen de antes ya ven a La Chicana como algo que no es tango. Lo ven como lo que hoy podría llamar rock. Pero es muy difícil entrar en el terreno semántico del rock. El rock actual es una cosa completamente necrofílica, está desactivado y totalmente capitalizado por el capitalismo, cooptado por las coporaciones para desactivar sus posibilidades subversivas. Crecí escuchando los Beatles y lo que me gustaba era lo ideológico: la idea de poder mezclar en un disco temas que tienen que ver con el blues yanqui, el vodevil alemán de los años 20, algo clásico, algo totalmente avant garde o música concreta como hacía Lennon a partir de cierto momento... para mí ésa es la esencia del rock, la libertad de hacer los discos como los hacían los Beatles".

- Otra cuestión saludable que se evidencia dentro del tango, y a la que ustedes aportaron, es la aparición de nuevos letristas.

- Por ahí es donde creo que pasa verdaderamente lo estético en el tango, donde es muy importante la letra. Unas sutiles diferencias en la forma de contar, cierto estilo al contar... Me parece que es algo que tiene una fuerza y una inercia dentro de un género tan viejo que no puede soslayarse. Cuando empecé me pareció que iba a ser imposible. Después descubrí que la única forma que tenía de escribir tangos era hacer tangos que fueran totalmente míos y personales. Tenía un poco de suerte, porque no había mucha gente escribiendo, entonces, con quién me iban a comparar? Entonces escribí como lo hacía siempre. En eso está lo que hablábamos antes: en el aspecto rockero de algunos grupos de tango que por ahí esconden una cuestión comercial, porque por ahí ves tipos vestidos de tango, con una guitarra en una esquina y parece una postal del pasado, pero están haciendo sus propios tangos, y dicen cosas nuevas en forma distinta. Eso es mucho más revolucionario que disfrazarse, ponerse a hacer todo un espectáculo, usar teclados electrónicos... No siempre funciona, pero decir tus propias cosas es la verdad de la canción. Por eso nos gustan las canciones, porque nos hablan de lo que nos pasa.