Ineludibles, los puntos de contacto entre A cada santo una vela, su muy buen debut, y el flamante Barcos vienen a confirmar una feliz promesa: con este nuevo set de canciones, el talentoso percusionista Carlo Seminara se ratifica también como hábil compositor. De una riqueza rítmica envidiable, las diez obras que conforman Barcos se potencian con el carácter directo de la instrumentación pergeñada por Seminara, que mañana a las 21.30 recorrerá sus nuevas creaciones en el Teatro Príncipe de Asturias del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río).

En diálogo con este medio, el percusionista analizó el proceso de trabajo realizado durante los cuatro años posteriores a la publicación de A cada santo una vela, y que encontró en Barcos un resultado notable. "En términos generales lo que sucede en el disco tiene que ver con lo que uno va haciendo, viviendo, estudiando, con ir enamorándose de esas músicas. También en un punto quería mantener la línea estética del primero, pero sin repetir fórmulas. Lo siento como un trabajo de investigación, como la posibilidad que uno por ahí no tiene de experimentar y probar cosas en otros proyectos".

Según reconoce Seminara, las músicas de su segundo disco "tienen mucho más que ver con todo lo que es Perú, Argentina, Uruguay y Brasil; mientras que el primero está más centrado en lo afrocubano". En ese marco, la participación del cantante Julián Venegas resultó también determinante para darle a las obras un formato próximo a la canción. "Con Julián se fue dando una amistad, una hermandad, compartiendo la manera de sentir la música --apuntó el percusionista--. Tenemos una manera común de ver la música. También, a diferencia del primer disco, yo ya venía tocando en cuarteto junto con Julián, Mariano Braun y Mariano Sayago. En un momento hicimos ensayos de creación colectiva, experimentamos hacer cosas los cuatro. De ahí salió 'Landó negro', el segundo tema del disco".

A esa concepción grupal, el compositor le sumó además una búsqueda deliberada por darle protagonismo al tambor. "Forma parte de un trinomio: tambor-danza-canto. Me parecía que en el primer disco no estaba tanto y sentí la necesidad de ir a esos lugares. Hay más temas que tienen que ver con éso, porque el tambor tiene mucho que ver con lo ritual, lo simbólico, con una funcionalidad social. Y, muchas veces, tiene que ver con lo festivo. Algo que en el primer disco no aparecía tanto".

- En ese sentido, Barcos puede funcionar como un disco más directo. Si bien sigue habiendo elementos que estaban presentes en A cada santo una vela, como por ejemplo el uso de material de archivo documental, es de hecho un disco más directo.

- Sí, y una cosa que me gustó mucho al ir haciéndolo es que toqué mucho más tiempo y muchos más instrumentos. Y fui también privilegiando el armado del ensamble en el estudio, metiéndome más en las matrices rítmicas, el microrritmo. Es decir, alterar estructuras de ritmos a veces preestablecidos, crear otros a partir de distintas células. Y tiene también un trabajo en cuanto a la sensación de pulso, de beat, de hacer el tiempo más elástico, no tan cuantizado. Es una cosa que no es fácil, pero que desde hace años me viene interesando mucho. Siento que un poco fuimos lográndolo.

Y aunque la extensa lista de invitados al disco es prácticamente imposible de ser replicada en vivo, la presentación en el CCPE se nutrirá de una buena cantidad de artistas. "Si bien el disco no se puede tocar igual, hay una plataforma de mínima, que es La Barricada del Ritmo, el nombre que toma el proyecto en vivo, y que ya creció de un cuarteto a un noneto --conformado por Venegas (voz y guitarras), Sayago (bajo y contrabajo), Braun (piano, teclados y acordeón), Emanuel Marquiore (guitarras), Silvina Andueza, Walter Pinto, Patricio Oneto y Luciano Corvalán (percusión y coros)--. La idea entonces es prescindir de las máquinas con las cuales me acompañaba en el disco anterior. Va a ser una puesta bastante grande", adelantó Seminara, que sumará además a invitados como Julio Escudero (marimbista oriundo de Río Cuarto), el platense Ramiro Gonzalo, los bailarines Laura Corvalán y Ginés Benítez, el actor Manuel Baella y la murga Los Vecinos Re Contentos, entre otros.