Mañana, el martes y el miércoles a las 19 horas, en la Facultad Libre (9 de Julio 1122, Rosario) dará un taller de análisis literario en tres encuentros, con el narrador y el lector como temas, uno de los escritores más innovadores de la Argentina: Pablo Katchadjian.

Nacido en Buenos Aires en 1977, docente en la carrera de Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires y editor de la Imprenta Argentina de Poesía (IAP), este autor emergente es conocido por sus libros experimentales. Por su procedimiento instantáneo de composición y por la importancia de la idea en este proceso, El Martín Fierro ordenado alfabéticamente (IAP, 2007) podría compartir con el Nemebiax de Fabio Kacero una zona de escritura como técnica dentro del arte conceptualista contemporáneo, aunque la obra de Katchadjian se diferencia de la de Kacero por su legibilidad y por su efecto cómico.

Además de El Aleph engordado (IAP, 2009) y La cadena del desánimo (Blatt y Ríos, 2012, un ebook compuesto mediante un montaje de fragmentos de discursos de políticos en medios nacionales), Pablo Katchadjian publicó las novelas Qué hacer (Bajo la luna, 2010), Gracias (Blatt & Ríos, 2011), y La libertad total (Bajo la luna, 2013). También escribió el texto de Inventarios Argentinos II. La ciudad (2012, obra musical de Martín Luit, estrenada en Centro de Experimentación del Teatro Colón) y tres libros de poesía: El cam del alch (IAP, 2005), Dp canta el alma (Vox, 2004) y, en colaboración con Marcelo Galindo y Santiago Pintabona, Los albañiles (IAP, 2005).

Leer a Katchadjian es una experiencia divertida, gozosa y lúdica; un juego, lejos de la convención mimética del verosímil realista y que en cambio acerca sus procedimientos literarios a los de otras disciplinas: la música (véase la estructura de repetición con variaciones en Qué hacer y Gracias), el teatro (La libertad total, al igual que Madre e hijo de César Aira, es íntegramente un diálogo); la plástica, como se señaló, y géneros menores como el diario de sueños.

Este autor que ha logrado, según sus críticos, "alterar significativamente el acto de lectura" (Augusto Munaro: "Pablo Katchadjian: la escritura como ejercicio exploratorio") tiene mucho que decir sobre el narrador y el lector. "El objetivo de este taller de análisis es pensar la figura del narrador, es decir, la de alguien que cuenta algo de cierta manera, para pensar luego qué supone un tipo y otro de narrador y, lo que es casi lo mismo, qué tipo de lector suponen o proponen", anticipa Katchadjian. "La idea es llegar a conclusiones que modifiquen nuestra forma de leer", resume.

En el primer encuentro, el autor comentará algunas teorías sobre la narración, sobre el narrador, sobre el estilo, y algunos ejemplos, "más que nada para plantear un marco de análisis común", dice; en el segundo, se leerán y analizarán ejemplos elegidos por el docente y por los participantes; el tercero consistirá en la elaboración de una tabla donde se consigne todo lo descubierto. "Aunque está la posibilidad de que no se llegue a ninguna conclusión", advierte.

"Porque el narrador puede ser alguien que no llame la atención para nada, alguien cuerdo, razonable y discreto. Pero también puede estar confundido, no entender lo que pasa y lo que le pasa, no completar las frases, perder el sentido del texto, quedarse callado, ponerse a hablar de otra cosa, no saber cómo seguir, ponerse a hacer versos, rimas, tener exabruptos líricos, ser un perro, un fantasma o directamente no existir o ser mudo. Y uno puede estar o no dispuesto a escucharlo", reflexiona Katchadjian, introduciendo con esto último la cuestión del lector como "una cuestión ética": "¿Qué se tolera? ¿Qué gusta? ¿Que el narrador esté por encima de los personajes? ¿Que se burle de ellos? ¿Que sea muy inteligente y produzca admiración? ¿Que dé pena? ¿Que sea parecido a uno? ¿Que sea muy diferente? ¿Qué esté identificado con la persona que firma el libro?" se pregunta. Informes al 4483388 e inscripciones a: [email protected].