"Rosario" se llama la madre de Jesús Piedra Ibarra, desaparecido en México en 1975, y es el título del documental dirigido por la argen-mex Shula Erenberg. La realizadora tuvo dos objetivos: homenajear la lucha de esta mujer de 88 años, una voz en el silencio sobre las violaciones a los derechos humanos en México y también para que el mundo sepa que al menos 542 militantes políticos fueron desaparecidos en aquel país, que al mismo tiempo daba asilo a miles de argentinos. "Para mí era muy importante hacer un documental mexicano, hablar del tema, siempre sentí que no había trabajo sobre la memoria en México, que había muy poquito material", dice Shula, ella misma exiliada en 1976, que participará de la presentación de la película hoy, a las 18, en el cine El Cairo, en el marco del Festival Latinoamericano de Video. La película tiene un tono intimista porque Shula quiso contar qué le pasó a Rosario Ibarra de Piedra, la mujer que es emblema de la consigna "vivos los llevaron, vivos los queremos".

El próximo 2 de octubre será la presentación oficial en México, el día que se conmemora la matanza de estudiantes en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en 1968, cuyo responsable es Luis Echeverría Alvarez, presidente de México entre 1970 y 1976, acusado por Rosario Ibarra de Piedra como el responsable máximo de la desaparición de su hijo. Echeverría fue llevado dos veces a juicio pero no recibió ninguna condena. "No fue condenado nadie, ni siquiera en el caso de Jesús, pero en todos los casos no fue condenado nadie. En el caso de Jesús, ni siquiera el policía que declara y dice que lo detuvo fue condenado. No hay una sola detención en México en relación a los desaparecidos de entonces, ni a los de ahora", apunta Shula, que desde su desembarco en México comenzó a militar en organismos de derechos humanos para exigir justicia. "Para mí el tema de justicia es fundamental, es la única manera de sanear de alguna manera la historia de un país, y hacer memoria es fundamental para reconstruir esa historia", expresa. En la actualidad, Shula integra el Consejo Asesor de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.

--Existe la idea de México como receptor de exiliados, no como violador de derechos humanos.

--Es verdad que siempre tuvo esa imagen y de hecho cuando nosotros nos fuimos a vivir a México no sabíamos que mientras nos estaban recibiendo a nosotros había desaparecidos allá, nos enteramos muchos años después.

El documental, que se viene presentando en distintos Festivales, elige el tono intimista. "Era muy importante que nos contara qué le había pasado, qué era lo que ella sentía", cuenta Shula. Rosario fue candidata a presidenta, senadora y diputada de su país, siempre por el troskismo. Y reconoce la inspiración de las Madres de Plaza de Mayo. Rosario dice que ella parió físicamente a su hijo Jesús, pero él la parió políticamente a ella.

El final del documental es una imagen de Rosario, con la foto de Jesús en el pecho, que se pierde entre la multitud. "Es una imagen dela denuncia permanente de Rosario pero también de la soledad permanente, porque es lo que yo siento", dice Shula sobre la necesidad de amplificar el reclamo de Rosario para hacer visible la historia de México.