El vino y los presidentes argentinos. El nazismo en el alto valle de Río Negro y los deportes femeninos. La elite casildense y la guerra de la Triple Alianza. El exilio y la arquitectura moderna. Grete Stern y la enseñanza católica. Alguien seguramente se preguntará qué tienen en común todos estos temas. La respuesta no permite elucubraciones: fotografía.

Desde 1843 la vida pública y privada de los argentinos se pudo comenzar a guardar en imágenes. Primero el daguerrotipo, luego la cámara, hoy los formatos virtuales, han atrapado y guardan para generaciones futuras rostros y escenas que hicieron la historia.

Con esta idea como motor fundamental, este viernes y sábado, el Centro Cultural Bernardino Rivadavia será sede del 9º Congreso de Historia de la Fotografía en la Argentina (1839--1939). Organizado por la Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía, la Escuela de Museología de Rosario, el Museo Municipal de Arte Decorativo y el CCBR, el encuentro se desarrollará a lo largo de dos intensas jornadas en las que, a través de una veintena de mesas, se podrá analizar un siglo de vida argentina en imágenes.

"Hoy en día el documento fotográfico tiene una importancia que no tenía en el pasado --explica el presidente de la Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía, Abel Alexander--. Paradójicamente, el problema es que este material se está perdiendo y la inmensa mayoría de este material no se encuentra en museos o archivos, donde puede ser debidamente clasificado y conservado, sino en los álbumes y baúles de casas de familia. Muchas personas piensan que las fotos son sólo recuerdos familiares y nada más. En la mayoría de los casos, esos documentos son la materia prima necesaria para armar el enorme friso que es la historia contemporánea, que no está hecha sólo de los grandes acontecimientos sino también de los usos y costumbres de la vida privada".

Aunque este es el noveno a nivel nacional, el Congreso cuenta con un antecedente latinoamericano (con tres encuentros que se realizaron consecutivamente en Santiago de Chile, Río de Janeiro y Buenos Aires). "Este es el segundo que se realiza en el interior del país (el anterior se hizo en Salta) y el primero en Rosario --indica el investigador--. Tanto en el campo de la investigación histórica de la fotografía como en la conservación del patrimonio fotográfico, la provincia de Santa Fe ha hecho una importantísima labor. Por eso creímos justo y necesario que este nuevo encuentro se desarrollara en Rosario".

Los temas del congreso --que en esta edición cuenta con un récord de 54 ponentes-- abordarán un siglo de tradición fotográfica. "Con esto pretendemos rescatar un segmento casi olvidado de la historia de la fotografía --apunta Alexander, titular también de un museo que se lleva su apellido, un espacio que rinde tributo a la fotografía antigua a través de la colección que heredó de su tatarabuelo, el alemán Adolf Alexander, uno de pioneros del daguerrotipo en la Argentina--. Nuestra intención es, no sólo que los investigadores se encuentren e intercambien experiencias, sino motivar a otros a profundizar en diversos temas relativos a este período".

Bajo la consigna "La fotografía, un patrimonio nacional", invitados de todo el país (entre ellos Margarita Alvarado, Andrea Cuarterolo, Luis Príamo, Alfredo Tornimbeni y los titulares del Departamento de Fotografía Antigua de la Escuela de Museología de Rosario, Carlos Raggi y Carmen Delgado) se encontrarán este fin de semana en Rosario para discurrir acerca de temas vinculados a la conformación --en este caso, a partir de imágenes fotográficas--, de ese imaginario colectivo conocido como "la identidad nacional".