A casi ocho años de la aparición de Canta, el disco con el que sorprendió como cantante, Soledad Villamil ha logrado sostener una actividad musical que la descubrió también como compositora, rol que plasmó en algunas de las obras incluidas en Morir de amor (su segunda obra, de 2009) y Canción de viaje (2012). Del repertorio campero de su debut al tono eléctrico y urbano de su último trabajo, Villamil demostró que su incursión en la música no sólo es firme, sino también diversa. Esta noche, a las 21.30, la artista realizará un recorrido por esa discografía variada, en un show que se desarrollará en Sala Lavardén, Sarmiento y Mendoza.

Acompañada por el gran bajista Daniel Maza, Alan Plachta en guitarra y Christian Faiad en batería, Villamil apuesta a un cuarteto de perfil eléctrico, según explica a Rosario/12: "La verdad esta formación acompaña todo el viraje que fue teniendo y tiene musicalmente mi espectáculo, como también mi último disco, que tiene que ver con salir de algo más criollo, más tanguero, con presencia de percusión, contrabajo y guitarra criolla, y pasar a algo que tiene más power. Creo que la instrumentación, y el tipo de músicos que ellos son, acompañan el movimiento hacia otro tipo de canciones, otro tipo de música, que se sale del tango y la música más criolla, yendo hacia otros géneros o incluso a la canción como género. Es algo más contemporáneo, actual, más urbano".

Sin embargo, el show en Rosario no se concentrará exclusivamente en su tercer material. "La posibilidad que me da el hecho de tener tres discos es poder elegir entre una variedad de canciones --apunta en esa línea la cantante--. Eso está bueno, porque voy pensando un poco el show en función no sólo de cada canción en sí misma y mis ganas de cantarla sino también en cómo va a funcionar en vivo, que de pronto eso también quizás por deformación profesional: visto desde el punto de vista del teatro o del espectáculo, me importa que en el conjunto haya diferentes climas, que se genere un momento más intimista, después uno más festivo, más explosivo, o más dramático. Eso lo van generando las canciones y cómo van agrupadas".

Con una trayectoria actoral de prestigio, Villamil también logró darle sustento a su faceta musical. Un rol que buscará seguir profundizando: "Más allá de si me llaman para trabajar como actriz, estoy pensando en lo que es mi proyecto personal,y mi impulso sigue claramente del lado de la música, con ganas de grabar, trabajando el repertorio. La verdad que veo la evolución desde mi primer disco a lo que fue el tercero, y lo que puede llegar a ser el próximo, y pienso que cada vez más vaya hacia algo más amplio en cuanto a los géneros. La verdad me gusta mucho poder hacer con la música lo que también pasa con el teatro o la actuación, que es hacer en cada ocasión un personaje diferente. Eso me parece que también tiene que ver con esa curiosidad medio insaciable de ir buscando cosas diferentes, no quedarme siempre con lo mismo".