Marilina Bertoldi nació en Sunchales, provincia de Santa Fe, aunque decidió encauzar su carrera musical en Buenos Aires, ciudad a la que llegó con menos de veinte años y un objetivo claro: darle vida y exposición a canciones propias, tanto ésas de pulso rockero y visceral con las que alimentó a Connor Questa como aquellas otras despojadas, íntimas, que nutrieron a sus dos discos como solista. A pocos meses de la disolución de la banda con la que cobró notoriedad como cantante, guitarrista y compositora, Bertoldi decidió profundizar su trabajo en solitario, demostrando sus enormes condiciones escénicas y talento vocal con un solo set en el que, rodeada de pedales, máquinas y guitarras, aborda su propia obra con un auspicioso carácter lúdico.

Y si bien las actuaciones solistas de Bertoldi pueden apreciarse con sólo navegar Youtube, el tono de este nuevo set no se asocia a sus shows de guitarra acústica, sino más bien a la multiplicidad de capas de su celebrada versión de "Feeling good", ya viralizada en la red. "Ahora despliego los matices con muchos más instrumentos, guitarras eléctricas que tienen distintos audios, muchísimos pedales que van generando cosas, busco que no se sienta esa soledad, que se vean otros colores. Y empiezo a trabajar con algo muy nuevo, que son los loops", apunta la artista, que mañana a las 21 llegará a McNamara (Tucumán 1016) con esa propuesta para recorrer las canciones incluidas en sus dos discos como solista en un show al que califica como "muy divertido", para de inmediato asegurar: "Nunca tuve tanta libertad como voy a tener en este set solo".

Es que, a partir de la disolución de Connor Questa (allí donde volcaba su "costado más rabioso"), Bertoldi crea e interpreta sin condicionamientos. Y ya piensa en una nueva visita a Rosario de la mano de su próxima apuesta: un set eléctrico con nuevos músicos en escena y flamantes canciones.