Sumando un capítulo nuevo a la tradición de ruptura y experimentación de una vanguardia local que a fines de los años '60 hizo historia interviniendo una vidriera comercial a la calle, un proyecto artístico casi secreto y a la vez públicamente visible se desarrolla desde fines de 2012 en una de las vidrieras de un local de venta de alimentos orgánicos, Punto (Pueyrredón y San Lorenzo). Su nombre evoca aquellas notitas escritas a mano en papel que dejaban los almaceneros de barrio de antes. Vuelvo en quince es una idea y una obra en curso permanente de la artista multimedia Carmen Pezido (Rosario, 1962), arquitecta y diseñadora egresada de la Universidad Nacional de Rosario en 1985. Docente de diseño con estudios de postgrado en la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y un postítulo en Tecnología Multimedial, Carmen Pezido realiza arte digital desde 1998; participa desde 2002 en salones y congresos nacionales e internacionales de arte digital, con un estilo sutil y muy personal, que bordea lo evanescente de la imagen impactando con una emotividad austera muy cercana a la de la poesía.

Las redes sociales no podían resultarle indiferentes a esta alquimista de lo tecnológico, la palabra y el vacío como huella del dolor de lo no dicho en los vínculos. "La vidriera fue pensada como un muro de Facebook real, y eso es lo que ocurre, el que pasa y la ve, opina", contó la autora a Rosario/12, por mensaje privado de Facebook.

Centradas mayoritariamente en la acumulación punto por punto, las obras de Carmen Pezido en el espacio real se contaminan de sus minuciosos procesos creativos en diseño y arte virtual, que a su vez tienen mucho de pictórico. Hasta mañana inclusive, Vuelvo en quince exhibe una intervención suya que entrecruza tramas al modo de gasas o veladuras. El título, en inglés, "working progress", se deja leer como un juego de palabras levemente irónico entre "work in progress" (obra en curso) y el progreso que se gana trabajando, funcionando (working).

Tras un día o dos de montaje, este viernes 10 a las 20, la vidriera de Punto inaugurará nueva intervención: "WYSIWYG" (What You See Is What You Get, en inglés algo así como "lo que ves es lo que hay"), obra en colaboración por Carmen Pezido y Clarisa Appendino. El viernes se inauguran además, en el espacio interno del local, una muestra de la artista cordobesa Florencia Agüero; y en el patio, una intervención de Analí Chanquía que forma parte de su proyecto Artista Busca Pared.

Vuelvo en quince tiene una página en Facebook para la cual Carmen convoca a otros artistas a hacer registros fotográficos de cada intervención, como un modo de dar permanencia a este arte efímero.

Allí se pueden "espiar" los hermosos álbumes que testimonian de las vidrieras anteriores. Parece haber una constante: las obras más logradas son las que incorporan procesos destructivos sobre el objeto cuadro. En las más conceptuales, Pezido juega con las expectativas a futuro (el anuncio "Próximamente" y sus propios cuadernos de bocetos). Otras constantes de estilo son la combinación entre el concepto y lo sensible, o el ir sumando elementos muy pequeños a lo largo de un tiempo muy extenso, tanto para algunas de las obras como en el proyecto en general; todo parece realizado con paciencia sobrehumana.

"La respuesta me encanta --dice ella--. Por un lado los vecinos están pendientes de lo que pasa, cuando estoy trabajando se detienen a conversar, me ofrecen objetos para que haga otras vidrieras; por otro lado tiene mucha repercusión en el Face cuando publico las fotos".

Si bien hasta ahora, a excepción de su colaboración con Clarisa Appendino en la vidriera que inaugura este viernes, ha trabajado sola o con la ayuda de gente muy cercana (su pareja, algunos familiares), Carmen Pezido tiene desde ahora y a futuro la "intención de armar un grupo de colaboradores y dar crédito a quienes trabajan conmigo en cada proyecto, como se hace en las producciones audiovisuales o el cine", dice. "Una idea que recién estoy implementando", anticipa.