Nacida y criada en laboratorio de la mano de Sebastián Amorelli y Felipe Araujo, Buenas tardes transitó el camino inverso al de la mayoría de las bandas que animan la escena rosarina. Es que para la dupla primero estuvieron las canciones, después el disco y, finalmente, la banda estable, ésa que hoy completan Marcos Prieto (bajo), Ignacio Simunovich (batería) y Diego Strillo (guitarras y sintetizadores). Con esa formación de quinteto, esta noche a las 22.30 llegarán a McNamara (Tucumán 1016) para estrenar su disco debut: En el primero.

Grabado con la participación especial de Javier Robledo (baterista de Cielo Razzo) y Javier Vega (bajista de Fluido), la ópera prima de Buenas tardes se encuadra en un rock-pop cuidado, de arreglos prolijos. Y abre, además, el camino a nuevas experiencias colectivas, según explicó Amorelli: "Nosotros hicimos el proceso al revés, en vez de armar los temas en una sala de ensayo, los armamos en nuestro laboratorio. Una vez que terminamos de grabar el disco empezamos a buscar a los otros integrantes. Y, seguramente, el tocar juntos nos va a llevar a hacer nuevas canciones".