A lo largo de 47 años, el bajista y compositor Fernando de la Riestra sostuvo un modo creativo que derivó en un repertorio de más de trescientas obras. Tomando como sostén lírico a poesías argentinas contemporáneas, fue construyendo un conjunto de obra que nutrió a Mundo Bizarro (uno de sus grupos emblemáticos, junto al jazzero El Umbral), y que continuó creciendo en su tránsito como solista. "Después de 45 años se me ocurrió que era tiempo de ver si podía hacer un recorrido muy arbitrario sobre esos más de 300 temas", sintetiza el músico al momento de referirse a Retrospectiva, el concierto que esta noche a las 21.30 ofrecerá junto a su grupo en la Terraza de la Cúpula de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085).

Consciente de que no se trata de "una antología prolija, ya que no intenta ser cronológica sino más bien temática", de la Riestra entiende al concierto como un balance, delineado por el carácter de actualidad musical que las canciones revisten. "El enfoque de vigencia se debe un poco a que siempre, cuando se trataba de componer, mi obsesión fue priorizar la melodía --explica el bajista--. El ritmo lo fijaba la misma poesía, lo que a mí me resonaba. De repente la melodía me parece que, de los tres elementos (junto a la armonía y el ritmo), siempre es la que queda más vigente".

Acompañado por Angel Cediaro en batería, Lucas Dimare en guitarra eléctrica, Coco Adrián en bajo, Tweety Tegiacchi en teclados e Irene Cervera en voz (junto a quienes viene trabajando desde hace ya siete años), el compositor reconoce el valor grupal de su proyecto. "El laburo del grupo ha sido importantísimo. Colaboraron en la selección, en la actualización de los temas, me ayudaron al punto de que no hubiera podido hacer esto solo. Trabajaron totalmente en el rearmado de los temas para darle un sonido más actual sin intención de modificar nada de lo original, pero sí con el sonido que el grupo tiene en este momento", distingue el compositor que, con ese respaldo, apostó a navegar en su vasto universo de melodías.