Un espectro que viene desde Sófocles recorre la escena de Amarás a tu padre por sobre todas las cosas, la primera obra teatral de la dramaturga Carla Saccani, que mañana se presenta como libro. Estrenada en mayo de 2013 en la sala Quercus Alba, su texto integra desde ahora el primer volumen de la colección Babilonia, de Espiral Calipso, la editorial independiente que dirigen Maia Morosano y Rocío Muñoz Vergara. Mañana a las 21, en el Petit Salón de Plataforma Lavardén, los críticos teatrales Miguel Passarini (autor del prólogo) y Julio Cejas, y los músicos Lara y Esteban Sesso presentan el libro con la autora y las editoras.

"Poder defender el teatro como texto disfrutable en la lectura" es, según Rocío Muñoz Vergara, el objetivo de esta nueva colección. La elección del primer título recayó sobre esta obra que Muñoz califica de "magistral". Nacida en Pergamino en 1980, Saccani vive en Rosario desde 1997, año en que transcurre la acción de la obra. La intensidad y cercanía de los diálogos, cuyo lenguaje es el de las pasiones en su expresión más cotidiana y coloquial, hace que el libro pueda leerse de un tirón como si fuera una novela. Son voces logradas en la escritura las que arman el cuerpo de cada personaje, como si fueran los cuerpos de las actrices en escena. El recurso funciona. El efecto es fuerte.

Saccani lleva a la comedia negra un tema tabú que viene de la tragedia clásica. Y es una de las autoras contemporáneas de esta región que trabajan con hondura los fantasmas del presente y del pasado cercano. Amarás a tu padre por sobre todas las cosas se lee como un Edipo Rey contemporáneo, donde la perversión es enunciada al modo perverso de la desmentida permanente. O como un Esperando a Godot donde son tres mujeres (en vez de cuatro hombres) las que no dejan de preguntarse qué quiere de mí, cuándo vendrá o si vendrá ese que desde afuera de la escena se constituye en su centro, y del que ni siquiera se sabe si está demorándose, se ha borrado cobardemente o ha muerto.

Un 31 de diciembre y en un living de la localidad santafesina de Oliveros (donde aún sigue habiendo un manicomio), Celeste, Cecilia y Romina juegan una apuesta fuerte a ver quién se queda incestuosamente con ese amante que es como un padre o ese padre que es como un amante, armando (Armando es el nombre del ausente) una guerra fratricida muy de esos años de anomia: los 30 femeninos, los 90 argentinos. Y el asco se resume en la carne podrida de un banquete caníbal que nunca sucede.

También son tres mujeres en escena (tres que son una; autora incluida) los papeles en Agua de aljibe, de Ariana Daniele, otra obra teatral que tomó forma de libro por otro sello local: Reloj de arena, cuyo cuidado diseño acompaña la estética y la poesía de esta pieza.

¿Cabe hablar de una tendencia? En 2014, en ediciones limitadas que desaparecieron enseguida tras las bambalinas, Ombú Bonsai inauguró su colección Tramoya, dedicada a la dramaturgia local, publicando como libros los textos de tres obras: Artificio casamiento, de Rody Bertol y Daniel Feliú; Servicio secreto, de Juan Pablo Giordano, y Mujeres de ojos negros, de Romina Tamburello. Pero la editorial se desintegró.

La que sigue a pie firme con su colección de teatro contemporáneo local es Baltasara Editora, que entre muchos otros títulos publicó dos tomos de obras de la escritora rosarina Patricia Suárez, además de reeditar en su colección Patrimonio tres obras teatrales de Fausto Hernández.