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Los dos jóvenes sospechados de haber disparado más de 30 balas contra el edificio donde vive el secretario de Newell`s, Claudio Martínez, y el patrullero de custodia fija, fueron imputados por tentativa de homicidio y quedaron en prisión preventiva. Así lo resolvió el juez Héctor Núñez Cartelle, en la audiencia donde el fiscal José Luis Caterina les achacó el hecho a Sergio S. y Sebastián R.. El último también fue acusado por un intento de robo, en julio pasado; y por amenazar a unos vecinos, en diciembre de 2014. Entre la evidencia aparecen una moto blanca y dos camperones oscuros descriptos por el custodio, que fueron hallados en poder de los sindicados. La detención se produjo más de dos horas después de la balacera y se habla de un presunto llamado anónimo que los delató, pero quien llamó lo hizo para denunciar una pelea en Pasaje Cuzco al 1400, donde finalmente los encontraron.

El fiscal relató que "a las 6.10 de la madrugada del domingo, una moto tipo Enduro entró desde Pellegrini, en contramano, hacia Rodríguez. Con una metralladora, el que iba en la parte trasera, realizó unos 30 disparos contra el patrullero que estaba de guardia en la puerta del edificio de Rodríguez 1648, que también fue impactado. En su interior estaba sentado el policía Héctor Luque, quien atinó a tirarse sobre el asiento del acompañante". En tanto, Caterina dio a conocer que el 10 de agosto pasado, cuando Luque ya cumplía función de guardia (aunque las postas eran rotativas), éste denunció que durante su turno, una moto blanca se le acercó al móvil y le dijeron que "si no se iba, lo iban a matar". La fiscal de causas NN, Verónica Caíni, investiga ese hecho que podría estar relacionado con el suceso del domingo.

En tanto, los imputados (a quienes también se los acusó por abuso de armas, amenazas e intimidación pública) intentaron despegarse de la acusación. Relataron que R. pasó a buscar a S. en su moto y que juntos fueron a encontrarse con otros amigos a la casa de Pasaje Cuzco, la noche anterior. Los horarios de llegada que dieron no se correspondieron y tampoco algunos relatos sobre lo que hicieron en la vivienda: si la moto quedó adentro o afuera, entre otras cosas.

En tanto, la abogada Patricia Guzmán dijo que tras el hecho "se salió a hacer una caza de brujas. Le quiero decir al ministro (de Seguridad, Maximiliano) Pullaro, que acá no están los responsables del lamentable hecho. Estos chicos no tienen conexión con el club. Incluso en su primer declaración el policía, que debía estar con una compañera que dijeron que estaba en el baño, dijo no recordar cómo eran las personas de la moto; y después de que los detuvieron habló de dos camperas oscuras, como las secuestradas. Además, la réplica de arma que se les encontró era de una criatura de la casa donde los arrestaron".