Durante varios meses, con una presencia masiva del gran público, la sala del cine Empire ofrecía a los espectadores un doble programa que llegó a hacer época, en aquellos tiempos. Corría 1958 y un doble programa, muy habitual entonces en las salas céntricas, garantizaba cuatro horas de emociones profundas, de arrebatos pasionales, de continuas lágrimas. Los dos films ya tienen un lugar en la historia del melodrama y han pasado a ser objeto de culto para las generaciones sucesivas: "Algo para recordar" y "Angustia de un querer".

Este martes, a partir de las 19:30 nuestra tan querida sala Madre Cabrini se dispone a animar aquel momento con aquellos dos films, cuyas melodías aún se escuchan por alguna emisora radial o en la boca de algún paseante de más de cincuenta años. Son estos films clásicos del género y fueron y son sus actores prototipos de tantos sueños y algunos desencuentros. Así, a la hora indicada, se proyectará en primer término el film de 1957, "Algo para recordar", cuyo tema principal interpretado por Vic Damone, fue nominado por la Academia en aquella entrega anual. El nuevo film de leo Mc Carey pasaba a ser una remake del que él mismo había dirigido en 1937 con Irene Dunne y Charles Boyer para la RKO, convirtiéndose inmediatamente en un gran éxito de público.

"Algo para recordar" parte de una situación planteada en tono de comedia: una cantante de un night club y un playboy, ambos unidos sentimentalmente a sus respectivas parejas, se conocen a bordo de un crucero, se enamoran y deciden fijar una cita, un año después. A lo largo de 115 minutos (frente a 87 de la primera versión), el film de Leo Mc. Carey, director de "Las campanas de Santa María", nos propone un recorrido que nos pone frente a la fascinación que tanto Nick Ferrante (Cary Grant) y Terry Mc. Kay (Deborah Kerr) sienten despertar. Films de detalles, de objetos que definen toda una presencia, historia que destila un añejo romanticismo, intenso.

"Algo para recordar" no fue galardonada en ninguno de sus rubros, pero estuvo nominada en "Mejor Fotografía", Milton Krasner, vestuario y canción principal. Pero pese a esto se transformó inmediatamente en la gran favorita del público.

Hay momentos en el film que pasan a formar parte de la memoria del espectador. Uno de los dominantes, y que los espectadores siguen teniendo como uno de los dramáticos, corresponde a aquel día, a las 17 hs, en que Nick y Terry debían encontrarse, como lo harán Meg Ryan y Tom Hanks en el 93, en lo alto del Empire State. Pero, conmovedora es igualmente, la visita que el protagonista hace a su abuela en aquella villa de la costa mediterránea, en el que una mantilla y una canción, bastan para que surja de manera serena la palabra belleza. En el film del 57, la actriz Cathleen Nesbitt era quien interpretaba al rol de la anciana dama, y en la versión del 94, regalo de amor que le hace Warren Beatty a su mujer Annette Bening en el film "Love Affair", este personaje de la mujer veterana lo componía la temperamental Catherine Hepburne.

Al término de este film, a las 21:30, de este mismo día martes 31 se podrá ver "Angustia de un querer". Transcurre en un período de enfrentamientos en Oriente y narra el encuentro que se da entre una doctora, hija de padre chino y madre inglesa, y un corresponsal de guerra llegando de Estados Unidos; roles que compartes los amados actores de entonces, Jennifer Jones y William Holden.

Ambientada en los años de la guerra de Corea, "Angustia de un querer" es otro de los films que se han inmortalizado no sólo a través de la pareja protagónica, sino del tema musical, de la canción leit﷓motiv, compuesta por Sammy Fain y Paul Webster. Su guión se apoya en el libro de memorias de la doctora Elizabeth Comber, que cumplió labor como asistente y vivió una situación similar en el plano sentimental, en Hong Kong.

Uno de los parlamentos que hoy más recuerdan quienes han visto el film en aquellos años, es el que escuchamos en la boca de William Holden dirigiéndose a su enamorada Jennifer Jones: "He pedido, para usted, el plenilunio".