"Los Angeles recorren/ las miradas que dejamos./ Errante oficio del espíritu/ transitar lo perdido./ ¿Será tarea del Amor/ este mirarse?". En una faceta poco, quizá completamente desconocida, la polifacética María Lanese vuelve al ruedo, esta vez con un libro de poemas.

Psicóloga, cantante y desde hace ya varios años funcionaria municipal, en Sonidos graves Lanese sobrevuela la cuestión de la musicalidad, perenne en su producción artística. Así, en este módico montoncito de nuevos versos, titulados justamente con nombres que aluden al pentagrama y sus humores (scherzo, andante, vivace, allegro, etc, etc...) Lanese (Ripalimosani, Italia, 1945, desde 1949 rosarina por adopción) remonta temas clásicos, por no decir ineludibles, del género y los "musicaliza".

Delicadamente ilustrado por (al revés que ella) un rosarino desarraigado en Buenos Aires, Adolfo Nigro, Sonidos graves se ocupa simple, sencillamente, del amor y el desamor, la vida y la muerte.

(Sonidos graves se presenta este viernes a las 20, en el Museo de La Capital, Sarmiento 763).