Marcado por el género desde su infancia --"Mi vieja me cantaba `Sur` para dormirme", recuerda--, en Manuel de tango ilustrado el artista Manuel Aranda reunió una serie de trabajos en los que se vincula estrechamente con el dos por cuatro. Allí se recopilan creaciones de distintas épocas, de un autor cuyas obras ilustraron publicaciones como Tía Vicenta, La cebra a lunares, Hortensia, Humor, Sex Humor, Fierro y Risario. Respecto a esta muestra (que será inaugurada esta tarde a las 19.30 en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia), Aranda sintetizó su sentimiento, y expresó: "El tango no es un chiste, sino una profunda pasión que desde la piel y desde esta profesión viene conmigo. Más cerca de la verdad se estaría si se interpretara esta muestra como una demorada pero siempre deseada necesidad personal de colarme por algún resquicio y participar de la potente liturgia y los códigos tangueros a como dé lugar".