Tal vez como consecuencia de haberse alejado del circuito durante más de un lustro, Charly Alberti se entusiasma como un adolescente al planificar los pasos de Mole, el proyecto que lo devolvió a la música a casi diez años de la separación de Soda Stereo. Porque desde aquel último show en River, el baterista se dedicó a desarrollar su faceta como director creativo de distintas empresas, incluso la suya propia, vinculada con el mercado digital. Sin embargo, una invitación para participar de los diez años de MTV Latinoamérica alteraría sus prioridades. Así, su necesidad de regresar al vértigo del rock derivó en la gestación del grupo con el que mañana a las 19.30 recorrerá las obras de su disco debut en el Centro de Expresiones Contemporáneas.

"Me pasó una de esas cosas que son sencillas pero que tienden a ser mucho más grandes en la vida de uno, y que fue el hecho de volver a subirme a un escenario y tocar para los premios MTV junto con Plastilina Mosh, Alex Lora, Juanes, Vicentico y Ricky Martin. Esa noche fue importante por lo que se generó, por la diversidad de músicos en el escenario. Y resultó muy importante para mí, para definir para dónde seguir porque en ese momento yo tenía un proyecto grande de internet. Era eso o la música, pero a partir de lo que sentí al subirme de nuevo al escenario no lo dudé. Sentía que tenía necesidad de volver a la música y a partir de ahí me puse a trabajar solo, para reencontrarme con la composición. Entonces de golpe aparece mi hermano, separado de Santos Inocentes, y me dice: `¿A ver qué estás haciendo?`. Le gustó y le puso una guitarra, un bajo y eso se convirtió en Mole", recordó Alberti a Rosario/12.

Completándose con su hermano Andrés en guitarra lead, Sergio Bufi (voz y guitarra) y Ezequiel Dasso (bajo y coros), el grupo fue creciendo y variando algunos objetivos, según precisó el baterista: "Este es un proyecto pensado principalmente para tocar en vivo. Incluso no pensaba hacer un disco. Cuando empezamos con Andrés la idea era trabajar con cero prejuicio, entendiendo que lo que nos gustaba eran cosas actuales, que estaban pasando. Entonces la idea era preparar equis cantidad de temas con el fin de tocar en vivo y divertirse. Pero cuando la gente se fue enterando escucharon los temas, les gustaba la banda y así se fue dando este proyecto de grabar el disco. Pero terminamos con un disco que es más un listado de temas para tocar en vivo. Está creado con ese criterio. Este es un momento de muchísima pasión y libertad".

Mientras tanto, Mole le brindó a Alberti la posibilidad de retornar a cierto circuito under. O, al menos, evitar exageradas luminarias, a pesar de que su legajo musical así lo hubiera permitido. "Podría tener un lanzamiento grande, empapelar las ciudades con posters y, sin embargo, el lanzamiento y la forma de pensar los shows tiene que ver con esto de salir a tocar. Entiendo que tengo una trayectoria y hay un montón de gente que puede estar expectante, pero quiero salir a tocar y que la gente nos incorpore a su vida lentamente. En algún punto en estos primeros shows lo quiero disfrutar. Porque el disco está teniendo muy buenos comentarios, y si todo sigue creciendo no lo voy a poder hacer más en lugares chicos".

En cuanto al carácter estético, Mole combina elementos de la electrónica para desarrollar un pop--rock cargado de guitarras y bases intensas. Pero, por sobre todas las cosas, sosteniendo un carácter de diversidad que es el mismo que marcó a las primeras reuniones de los hermanos Alberti: "Cuando nos pusimos a trabajar juntos éramos dos cabezas, dos formas diferentes de ver la música. El tiempo fue haciendo que veamos por dónde ir. Además somos músicos inquietos. Por cómo veo al embrión de la banda, la evolución puede ser tremenda".

Alberti rechaza con humildad la posibilidad de analizar al rock argentino actual. "No soy quién para ponerme a hablar de qué le falta al rock argentino. Vuelvo a la música con muchísimo respeto, no vengo a patear la puerta porque tengo una gran trayectoria. Mole viene y trata de aportar a la música lo que hacemos, y creo que es diferente a otras bandas. No somos los dueños de la verdad, pero por los comentarios y las cosas que estoy escuchando (porque a las cosas las empezás a confrontar cuando te pasan en la calle), la gente y los periodistas hablaron de frescura, de algo diferente. Ojalá aporte al rock argentino otra opción más. Yo no comparto música e ideologías de ciertas bandas, pero igual está bueno que existan cosas como el rock barrial, en la medida que no se manden cagadas que nos perjudiquen a todos. Mole se viene a sumar a lo que ya existe, y ojalá la gente lo disfrute", concluyó.

A partir de esto es posible descartar, por el momento, un retorno de Soda Stereo, reclamado desde que la banda se despidiera oficialmente en el estadio de River.