rosario

Viernes, 29 de junio de 2007

CULTURA / ESPECTáCULOS › GABO FERRO SE PRESENTA HOY EN BERLIN

Contar "tragedias vulgares"

Consolidando un perfil atribuido al ciclo desde sus comienzos, el Berlinale recibirá esta noche a Gabo Ferro, uno de los compositores más interesantes surgidos en la escena nacional en los últimos años. Sin embargo, lo del músico no representa un debut, sino más bien un retorno con redireccionamiento artístico incluido, según lo evidenciará en el concierto que desde las 22 ofrecerá en Pasaje Zabala 1128.

Porque luego de haber participado de la escena hardcore porteña, Ferro se graduó en Historia y se dedicó a la enseñanza e investigación universitaria. Hasta que en el 2005 publicó un primer disco, Canciones que un hombre no debería cantar, conformado por creaciones tan cercanas a Dylan como al Cuchi Leguizamón, tan influenciadas por el folclore y la milonga como por la música clásica. Tan propias a Ferro como aquellas que una década antes eran escupidas con furia hardcore. Es que, según su creador, entre aquellas y estas sólo ha variado el envase: "Solamente es diferente desde lo tímbrico. Si vos escucharas los temas cuando los llevaba para versionar de manera hardcoriana, eran igual que ahora. La única diferencia era que después se adaptaban para la formación clásica del hardcore".

Con su segundo disco, Todo lo sólido se desvanece en el aire, Ferro sostuvo una línea compositiva donde, a primera vista, ese despojo se hace evidente. Aunque recorriéndolas con mayor detenimiento, las obras evidencian matices cálidos y delicados, logrando en esa segunda experiencia una clara ejemplificación a partir de un generoso abanico instrumental, muy ligado a lo camarístico. A ello se suman líricas que se lucen en su búsqueda poética. Esa misma que en el debut estaba volcada hacia una mirada introspectiva sobre el hombre y sus pequeñas miserias cotidianas, y que un año más tarde se ampliaría sin perder una interesante mirada sobre el destino, Dios, el amor y, claro, la tragedia.

Todas ellas se sostienen con justeza sobre los diversos géneros que acaricia el compositor quien además se permite ciertos juegos estéticos: "Cuando tengo algún tema que se da de patadas con un estilo musical, trato de cuajarlos en una canción, para que digan otra cosa más de la que ya dicen la letra y la música. Busco que ese maridaje aporte otro costado. Después no sólo yo tengo toda esa cosa escuchada, sino que los músicos que tocan también lo tienen, y aportan. Y no hay ningún tipo de prejuicios con los estilos, los géneros y los subgéneros. Sale como sale, y si está bueno, así queda".

-Habla de ese maridaje, y en varias canciones se da una situación en la que hay tragedias escondidas en temas que generalmente suenan dulces, amables. ¿Le interesa jugar con esa especie de ironía, de contrasentido?

- Muchísimo, primero por esto que te decía, de aportar algo más que se da sólo cuando cuajan estas dos cosas. Después porque me parece que sólo se toman como tragedia las cosas que probablemente sean dramáticas, cuando en realidad hay tragedias cotidianas. A veces, por suerte, no son tan cotidianas, pero me parece muy interesante contar ese costado, las tragedias vulgares. Pero no por eso menos trágicas.

Compartir: 

Twitter

 
ROSARIO12
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.