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Viernes, 19 de octubre de 2007

CARTELERA › TEMEN ENFRENTAMIENTOS ENTRE BARRABRAVAS ENFRENTADOS DE CENTRAL

Pillines y Paquitos, cara a cara

Ambos sectores de la barrabrava amenazan con dirimir en las tribunas el poder interno. Ante esta posibilidad, el interventor del club reclamó más seguridad para el partido de mañana con Vélez. El plantel, por su parte, rechazó la llegada de un psicólogo. Ischia confirmó el equipo.

Ante rumores de posibles enfrentamientos entre los barras del club en el partido de mañana con Vélez, los interventores de Central se reunieron ayer con autoridades policiales y miembros de las diferencias agrupaciones políticas para prevenir cualquier escenas de violencia en el Gigante de Arroyito. La interna en la barrabrava auriazul recrudeció en los últimos meses y los bandos en disidencia se juran venganza: de un lado el grupo que lidera Andrés "Pillín" Bracamonte y del otro Oscar "Paco" Ferreyra. "La situación es muy preocupante", asumió el interventor Arturo Araujo, que también advirtió de la posibilidad de que "la entidad sea castigada con quita de puntos" si se produce algún disturbio en las tribunas del estadio. En el plano deportivo, Carlos Ischia ya los once para mañana, al tiempo que Cristian González descartó la incorporación al cuerpo técnico del psicólogo Jorge Imhoff.

Los miedos. La barrabrava de Central se debate nuevamente en violentos enfrentamientos, de acuerdo a lo sucedido en las últimas semanas, con cruce de intimidaciones a balazos, y a la información que manejan interventores y autoridades policiales, que temen por lo que pueda suceder mañana en el Gigante, ocasión en que el primer equipo aurizul recibirá a Vélez Sarsfield. Las disputas sangrientas reverdecieron en los últimos meses ante la ambición de Ferreyra por tomar el lugar de poder que ostenta Bracamonte. De hecho, un ladero de "Paco" recibió la semana pasada dos balazos en el frente de su casa, agresión que las autoridades policiales enmarcan dentro de las disputas internas de la barra.

Ante la preocupación de que mañana ambos bandos se enfrenten en las tribunas del estadio, los interventores se reunieron con autoridades policiales para tratar la situación, mientras que la jueza del concurso preventivo notificó al secretario de Seguridad de la Provincia, Gustavo Peters. "La situación es preocupante", reconoció Araujo, que ayer no se pudo reunir con las autoridades de la comisaría 9ª, a cargo del operativo de seguridad en el partido. "Habrá una nueva reunión el sábado porque no queremos sorpresas", añadió.

El rechazo. Los jugadores canayas prescindieron ayer de los servicios del psicólogo Jorge Imhoff, propuesto por los interventores. "Lo del psicólogo es un caso cerrado. Coincido en esto con (Carlos) Ischia en que se mediatizó el tema. Pero se pueden decir muchas cosas en esta cuestión. Me ha tocado estar en equipos que tenían una persona con la que uno podía charlar, y no sólo cuestiones futbolísticas, también podías desahogarte por otras cosas. Lo que pasa es que acá antes que nada está el plantel. No veo mal que nos quieran dar una mano porque hace falta ayuda, pero hay que manejarse con mayor prudencia", analizó Cristian González. "No va a venir nadie, es tema cerrado", subrayó luego el Kily. Y agregó: "Tal vez hubiera sido positivo el hecho de sumar un psicólogo, pero no es algo que estemos evaluando para este momento. Tenemos que salir por la nuestra. Quedan seis partidos y tenemos que tratar de ganar todo lo que se pueda para terminar mejor el año".

El equipo. Confirmada la baja de Ronald Raldes por una dolencia muscular sufrida durante la disputa de los partidos por las Eliminatorias con Bolivia, el entrenador auriazul ratificó ayer la aparición de Juan Grawoski, como así también la de Juan Azconzábal por Eduardo Farías. Así, para recibir mañana a Vélez, Central parará con línea de tres en el fondo, y mostrará en el mediocampo la reaparición del Kily, quien jugará con una máscara protectora en el rostro por la lesión que sufrió en el ojo izquierdo ante River. "Son unos lentes normales con una almohadilla debajo que me van a proteger que de un golpe directo, sea un pelotazo o un codazo. Lógico que hay riesgos porque la fractura todavía está. Ya me dijo el médico que si pasa algo voy directo al quirófano, pero son riesgos que se corren. El especialista me dijo que eran 50 días de reposo antes de poder jugar, y todavía no llegamos ni a la mitad. Tengo que estar en el equipo porque estamos en una posición complicada y quiero aportar lo mío", asumió el Kily.

En definitiva, el equipo para mañana será con Alvarez; Azconzábal, Ledesma, Grawoski; Costa, González, Borzani, Papa; Damián Díaz; Vizcarra, Arzuaga.

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Araujo dijo que "la situación es preocupante".
 
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