Tras una negociación con el sindicato de Municipales y el municipio de Villa Gobernador Gálvez, el gremio de Recolectores decidió anoche levantar el paro por tiempo indeterminado que había iniciado a la tarde en reclamo de la reincorporación de trabajadores contratados. En diálogo con Rosario/12, el intendente de esa ciudad, Jorge Murabito, señaló que la medida de fuerza quedó sin efecto luego que se aceptara la propuesta de incorporar a la planta a 10 operarios en marzo, para luego esperar que el Concejo Municipal, cuando empiecen las sesiones en abril, le apruebe el pase de otros 30.

No obstante, el intendente aclaró que "no hubo ninguna cesantía ni telegrama; los muchachos hicieron un reclamo desde el portón no dejando salir a los otros trabajadores de planta".

Para el secretario de Servicios Públicos de Rosario, Gustavo Leone, la medida de fuerza que estaba planeada significaba "tomar de rehén a Rosario por el conflicto en otra ciudad, y eso no podíamos permitir".

A la hora de realizar una lectura de lo ocurrido en la jornada de ayer, Murabito consideró que a Villa Gobernador Gálvez se la toma "como el conejillo de Indias para ver qué sucede con las internas sindicales, con las internas, y lamentablemente nos toca a veces ese rol, que por supuesto no nos gusta; somos el talón de Aquiles de la provincia".

El intendente negó todo el tiempo que se hubiese producido algún despido, y calificó de "ilícita" a la protesta.

El conflicto se había originado por el reclamo del Sindicato de Recolectores de Villa Gobernador Gálvez de reincorporación de 43 operarios contratados cesanteados por ese municipio.

El gremio decidió ayer al mediodía realizar un paro "por tiempo indeterminado" que comprendía la suspensión de tareas de la recolección de residuos domiciliarios y el servicio de barrido y limpieza en Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Capitán Bermúdez, Granadero Baigorria, Pérez y Zavalla. El paro afectaría además las actividades de carga y descarga de camiones en el relleno sanitario "Gallino" de Perón al 8000. El secretario general del Sindicato de Recolectores de Rosario, Marcelo Andrada, señaló que los despidos eran "una burla, no sólo para nosotros como institución, si no para los familiares de esos recolectores".

"Nosotros habíamos firmado un acta compromiso con todos los bloques legislativos del Concejo Municipal de Villa Gobernador Gálvez, tomando el compromiso de que se iban a pasar a planta permanente a trabajadores recolectores además de mejores condiciones salariales y laborales", precisó Andrada en diálogo con Rosario/12.

Andrada dijo que "los compañeros cobran sueldos de 600 a 1000 mil pesos, encima en cómodas cuotas y eso no lo podemos permitir", para luego agregar que el paro "no se levantará hasta que el intendente Murabito, quien seguramente tuvo un mal sueño y se levantó con alguna pesadilla, revea la medida y brinde a los compañeros trabajadores de Villa Gobernador Gálvez condiciones dignas de trabajo".

El secretario General del Sindicato de Recolectores dijo que varios de los trabajadores contratados despedidos tienen una antigüedad de 25 años, sin obra social ni aportes jubilatorios.

El dirigente gremial, quien aseguró que la medida cuenta con el apoyo de la Regional Rosario de la CGT, a través de su secretario general, el camionero López, descartó por completo que detrás de la medida se esconda alguna intencionalidad política. "Que quede claro que estamos en apoyo al sindicato Municipal de Villa Gobernador Gálvez; los trabajadores tomaron la determinación de venir a buscarme para que los represente", apuntó Andrada.