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Luego de la salida de la cárcel del barrabrava de Central, Andrés "Pillín" Bracamonte al cumplir un tercio de una condena por amenazas, la Justicia aclaró ayer que la libertad condicional otorgada tiene las mismas restricciones que cualquier otra. Pero podrá asistir a los partidos.

La jueza de ejecución penal Luciana Prunotto, quien hizo lugar al pedido de la defensa de Pillín, explicó en Radio 2 que "dentro de la ejecución de la pena hay un régimen progresivo, por eso Bracamonte está en condiciones legales de acceder a la libertad condicional", aunque agregó que "queda sujeto a un control y a reglas de conducta" mientras rija la condena de dos años, de la que ya transcurrieron ocho meses.

"Tiene las mismas restricciones que la mayoría de las condicionales que otorgamos", repitió la magistrada en el programa Diez Puntos, y en ese sentido se destaca "la obligación de reportarse una vez por mes en el Patronato de Liberados".

Además, Prunotto detalló que Pillín, para no perder el beneficio, debe probar que asiste a su trabajo, no puede cometer otro delito y tampoco "consumir alcohol o drogas".

A menos que el club aplique el derecho de admisión y le impida acceder a las tribunas, Bracamonte puede reaparecer en el Gigante de Arroyito este sábado, cuando el canaya reciba desde las 17.05 a Belgrano por el torneo de la B Nacional. La causa que lo implica "por amenazas coactivas contra un empleado del club" no tiene relación con la ley de espectáculos deportivos.