A Ñuls y Central los separa una centenaria rivalidad deportiva. Pero por estos días muchos de sus problemas son compartidos: la violencia en los estadios, las dificultades en la comunicación con la policía, la necesidad de gestionar exenciones impositivas. Estos puntos en común llevaron a que ambas dirigencias se reencuentren y coordinen acciones en conjunto, relación que se viene construyendo desde hace dos meses y que despertó deseos de avanzar en proyectos deportivos para la ciudad, como la creación de un seleccionado local. "Tenemos que potenciar el fútbol de la ciudad. Juntos podemos hacer muchas cosas sin por eso tener que perder la pasión por la camiseta", resaltó Norberto Speciale, presidente canaya. "Hay problemas graves en el tema de seguridad y vamos a trabajar entre todos para llevar nuestras inquietudes a las autoridades", reconoció Guillermo Lorente, titular leproso.

Tanto en el parque Independencia como en Arroyito la organización de un partido de fútbol entrega pérdidas a los clubes, a pesar que leprosos y canayas juegan a cancha llena. Es por eso que al recuperar el diálogo entre las instituciones se analizó llevar la inquietud al municipio para lograr reducciones impositivas, con gravámenes que son los más alto del país, y por el cual la Asociación del Fútbol Argentino se resiste a traer a la Selección Nacional.

Aunque la mayor preocupación de los clubes recae en los niveles de violencia que se viven en los estadios. Lorente y Speciale acordaron plantear formalmente la situación a la secretaría de Seguridad de la Provincia. Las entidades no solo pretenden dejar de ser rehenes de la policía, que define la cantidad de efectivos para cada partido, sino que además harán saber el disconformismo por la calidad de los operativos de seguridad. Mañana, por ejemplo, llega Vélez al Coloso del Parque y las fuerzas de seguridad exigieron 500 efectivos, lo que compromete a la tesorería leprosa el desembolso de casi 80 mil pesos. "No podemos seguir así", afirmó Lorente, quien luego añadió: "Necesitamos que el gobierno provincial le preste atención a los clubes de la ciudad. Por eso vamos a ir juntos a plantear nuestros problemas".

A los dirigentes leprosos y canayas también los martiriza las pintadas anónimas en las calles de la ciudad, y otros hechos de violencia más graves, como la balacera contra el frente del domicilio del vocal auriazul Maximiliano Fe. "La seguridad en el fútbol es un problema grave", apuntó Speciale. "Tenemos que bajar los niveles de violencia y para eso necesitamos la ayuda de la provincia. Nosotros no vamos a ser menos hinchas de Central por hablar estas cosas con la dirigencia de Ñuls", recalcó el titular de Arroyito.

"Pero también venimos hablando para tratar de recuperar a Rosario como plaza futbolística", acotó Speciale. "Hay una idea de tener un seleccionado local. Y para eso debemos trabajar entre los clubes", resaltó el titular canaya.

La relación entre Ñuls y Central lleva décadas de desencuentros. El ex presidente leproso Eduardo López jamás aceptó la foto con su par de Central. La demagogia luego estuvo en manos de ex titular de Central, Horacio Usandizaga, quien rompió relaciones con los rojinegros en la organización del primer clásico que afrontó la actual gestión del parque Independencia. Pero por estos días Lorente y Speciale se diferencian del pasado.