CONTRATAPA
› Por Daniel Greco
Gomide me sirvió uno de sus consabidos cimarrones. Estaba preso desde hacía mucho y fuera de su celda. Lo que no me alteró en absoluto. Era un preso vitalicio y ya no se iba a escapar. Al contrario. Se había aquerenciado con los guisotes de frontera, guasos, grasungos, que le producían una seborrea crónica que ya no le molestaba porque se había quedado calvo, lo que no le molestaba porque hacía años que no se quitaba su anticuado quepís ni para dormir ni para bañarse, lo que no le molestaba porque casi nunca lo hacía. Bañarse. Dormir, dormía bastante tupido. Era por demás fierazo. Bah, era hermoso, dentro de sus parámetros. Tenía la cara esquinada como Roger Waters. O más bien, la cara parecía una alpargata desflecada como la de mi perro George. Ahora que lo pienso, de cara, mi perro George se parece al Mendieta, de Inodoro Pereyra.
Era un desertor de la guerra del Paraguay y por eso le habían hecho corte marcial. Que después, con la caída del pelo no se notó. Pero cebaba unos cimarrones famosos. Y durante largo tiempo para infinitas personas. Tanto, que la ESPN una vez lo quiso reportear por un récord de tiempo de permanencia cebando mate. Pero fue imposible. Cada vez que veía una cámara encendida, el pavo de Gomide se tentaba como Dani Greco. Arruinó cientos de tomas. No, los que tomaron sus mates nunca se quejaron. Yo digo tomas fílmicas. Finalmente renunciaron. Al proyecto, pipi. No a seguir transmitiendo. Pero finalmente, la ESPN se abocó a otro proyecto: el de "récord de permanencia en cantina" de un operario en ICI Argentina. Este, por lo menos en las tomas que recorrieron el mundo entero salía bien.
Había desertado de la guerra del Paraguay sin plan establecido. Del mismo cagazo. Del mismo jabón la perdiz. Este también se les quiso hacer perdiz a los paraguayos. Pero el "patas blancas añamembuy", en vez de largarse a su pago que no recordaba cuál era, aunque creo que era de una aldea llamada Crispi y además nunca le gustó pagar (había dejado un choclo incalculable en la pulpería y la pulpera de Santa Lucía no quería fiarle más) no tuvo mejor idea que meterse en la oficina del Comandante a cebarse unos amargos en vez de combatir. Ahí nomás lo esposaron, le pusieron grilletes, la bola con pinchos y lo confinaron a una celda a esperar la corte marcial. Que todavía no llegó. Sólo vino una vez un peluquero que lo tusó por cuestiones higiénicas. Pero nada más. Por éso se convirtió en un preso vitalicio. Y ya hace libre uso de las instalaciones de la Comandancia. En el calabozo se duerme cada siesta... Podrían hacer con él un récord de permanencia en la cama. Hasta ahora estuvo en la cama más tiempo que Ringo de chiquito. Que Ringo Starr, digo. "El bongosero de Liverpool". No Ringo Bonavena, el del "Pío pío pá". El que cantó con los orientales como grupo soporte. "Los Shakers" bah. No dije "uruguayos" porque queda feo. Según la madre de Georgie. No George Harrison. Jorge Luis Borges. El de "la cordobesada bochinchera". Bueno, éste cuando dormía roncaba como diez cordobeses juntos. Eso es decir poco. Era la hinchada de Talleres con De la Sota y Luis Juez tocando el bombo... y Chichilo Viale contando chistes... y Piñón Fijo haciendo comicidad... e Ismael Echeverría alentando desde el cielo... con los Bombos Tehuelches, por supuesto.
Cuando se levantaba continuaba con su maratón de cebar mate. Que más que maratón era una matiné. Una epopeya. Una Olivia. Brutus... Un slálom. Un BarMitzvah... Los trabajos de Hércules, con perdón. Me imagino cómo le debía quedar la retaguardia de estar sentado tantas horas cebando mate. Cuadrada. Rectangular. "El Pentágono", ese disco de los Rolling que no se consigue más. Un paralelepípedo. Se le borraba la raya. Hasta que adquiría forma humana nuevamente, se la pintaba con un carbón. A veces se inspiraba y dibujaba algún firulete. Pero quedaba feo. Aunque fuera por arriba de sus pilchas, no más. Como dijo Lezama Lima, el famoso fileteador: "Es mejor lo clásico sin refistolerías". Por eso él escribía tan sencillito.
Pero eso sí. Gomide sabía llevar una conversación. Una vez llevó una conversación tan lejos que nunca más la encontró. Hablaba de cosas inencontrables... de bueyes perdidos, por ejemplo. O de su braveza en la guerra del Paraguay... que ya es hablar de cosas inexistentes. Eran famosos sus cuentos de aparecidos. Tenía unos cuentos de aparecidos que ni Roger Corman. Era suyo el dicho "vaca que cambia de querencia se atrasa en la aparición". Y afirmaba haber visto "la luz mala". Pero, con la existencia de la EPE ahora nadie se asusta. Aterrorizaba a los gurises con el cuento de "la mano dejuera" con que había amanecido cuando lo enterraron al viejo Vizcacha. Y que después se la había almorzado un perro. A mí también me da miedo que las manos me queden expuestas a la intemperie. Por eso uso estos guantes permanentes. Y me cuido con crema Hands... y le arisqueo o le esquivo el bulto al detergente "Miento"... y más aún al de "Músculo" Para éso está la china Marta. Para librar los ambientes de las consabidas plagas. Para descucarachizar los toldos... a chancletazos. Para desbichar a los perros cimarrones. El otro día como no le pudo sacar una garrapata a un perro cimarrón, por lo menos se la lustró.
Gomide le tenía terror. Es que cada vez que se traslada de pieza le hace limpiar las patas. Como Adriana Greco. Que no continuó con la tradición de usar patines "Toman leche y usan patines dijo Adriana Lonely ¡¡¡Qué.....insurrectos!!!". Es que los pibes de ahora no siguen los mandamientos. Son muy sui generis... muy "Serú Girán".
Me interceptó Gomide porque yo el multifacético, el walkman, el CD player, el ipod, el extended play, el estéreo/ mono compatible lo estaba esperando a Savino que lo adoptó como secretario. Hice antesala y tomé sus cimarrones. Pero junto con Savino nos esperaba una misión patriótica. Hacer el chocolate del 25 de mayo en una escuelita que tiene una placita que da a bulevar Seguí. Pero se me fue la mano al tratar de aguarlo, me parece. Para ahorrar leche. Con este conflicto... Con el "liquido elemento", como dicen los Greco refiriéndose al lácteo. Con el "conteo equivocado de raciones..." como bien supo decir Lezama.
En definitiva Gomide es todo un personaje. Pero está chicato. Sus mates ya no son lo que eran. Es que ya no ve un soto. No ve cuando entran a flotar los paraguayos. Ceba con la yerba lavada. La otra vez cebó 235 mates sin cambiar la yerba. Yo estuve en esa ronda. Llegué a lo último. No les cuento lo que fue eso cuando arribé a mi toldo. Eso fue un récord también. Un festival... la contraofensiva de los pibes con diarrea que tomaron el chocolate del 25. Una fiesta. Para "Pescadas"... para "Traful".
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