Lunes, 21 de septiembre de 2009 | Hoy
Por Sonia Catela
Todas andan gastando fortunas en la línea "Besos de lengua" aprendiendo, practicando solas cómo darlos, poniéndose nombres extraños para encuentros por Internet o viendo DVD clase "x" ¿qué les llamará tanto la atención? Me dijeron que Lupe ¿quién era que me dijo? llevaba encima anti beibis portátiles. Le revisé el bolso y ahí los tenía. Condones. (¿La mami lo sabrá?) Le pregunté: ¿Y esto? Esperá un año y vas a ver, me contestó. Yo no. Yo no voy a andar provista de preservativos como de chicles. No me gusta que me toquen el busto, le saco la mano, qué se creerá éste, un beso está bien pero éste se me encima y me da calor, me pueden ver, me corro de butaca y ya le digo que si la sigue me voy del cine. Un beso sí. Los hombres desnudos son feos. Nunca vi uno en vivo, ni falta que me hace. Me bastó para saberlo el toparme con el cuadro "El arlequín" de Picasso. Pero qué cargoso es éste, me voy de la sala, le digo, qué me importa plantarte. Tienen los muslos nervudos y nada de cadera, con los shorts no se nota, me levanto y empiezo a saltar las piernas de la gente sentada, permiso, permiso, que se enoje, la saliva de él qué gusto horrible ácido, aparte le toco un bulto en la espalda me da asco, esa cosa que tienen ahí colgada, colgándoles como un algo en la carnicería. Nunca vi a un hombre desnudo. Candela espió al hermano por la cerradura del baño. Si él se entera. Después terminan todas embarazadas. Estar embarazada es como tragarse un chico, con pelos y todo; un chico en tu panza, te convertís como en una antropófaga; no, en verdad, él te come a vos, te va chupando la sangre para fabricarse los huesos, las células, el cerebro. Se infla minuto a minuto, si no, mirá el crecimiento del feto en las láminas de la clase de anatomía.
Éste me sigue. Antes me gustaba. Por qué te meterán la lengua en tu boca. La saliva me da vómito. Qué ocurrencia. No voy a salir más con éste. Candela se hizo poner el espiral con el doctor; con Horacio. Cómo se anima. Y tanto que me gustaba éste. Tiene diecisiete nomás y ya anda con espiral, Candela; lo que me contó de Horacio no lo creo. Horacio es un viejo de treinta y pico. Mirá si le va a proponer eso. No prendieron las luces del centro. Ramos es un intendente desastre. Hasta vi los hombres desnudos de Modigliani, los pelos negros me dieron un no sé qué. Es arte. ¿Y el David? La profe nos lo proyectó en primer año. Con su colgajo como un ratón en el gancho de una carnicería. Qué oscuridad en las calles. La Usina no sirve más que para traspasársela a alguna empresa privada, o al Congreso nacional, ésos que si supieran tanto como parlotean. Ahí pegaron afiches con la cara de la Kirchner. Mi viejo hincha con el prócer muerto, Alfonsín, todos se enojan con la Kirchner, "copia lo peor de los peores"; le critican las juntas, se viste como si tuviera doce años la vieja ésa, encima discursea que deberían hacer un censo de los ricos; ve la paja en el ojo ajeno, rezonga mi mamá y telefonea a la radio para quejarse. ¿Qué hace éste? Todos con ese colgajo horrible. Yo no vuelvo a salir ni lo piense.
Pero ¿por qué se toca ahí? Como si me fuera a quedar para mirarlo cuando termine de desabrocharse y empiece a sobarse. Doy media vuelta y lo planto. Camino ligero. Se abre el impermeable y abajo, pero ¿qué digo? si se quedó como dos cuadras atrás. Pero se abre el impermeable, en la esquina de San Nicolás 1430, y se agarra abajo y me amenaza con un ratón rojo que le sale de la entrepierna, aunque, si yo no vi nunca un hombre desnudo ¿cómo sé que es el mes de julio, que pronto cumplo los siete años, que me cruzo de mañana casi noche para el primer grado en la escuela de monjas, frente a mi casa, que cuando mi madre se vuelve y entra, el hombre salta de las sombras y se agita el ratón rojo, con pelos, y me dice que su animal me va a comer, yo corro y el hombre me persigue detrás empuñando su animal y el ratón al final me agarra y tengo que comérmelo yo al ratón, vivo, de rodillas, tragármelo, gritando y gritando sin sonido; nunca se lo conté a nadie, nadie, ni siquiera a mí misma y por eso no había visto antes un hombre desnudo en vivo, no he visto un hombre desnudo ni lo veré y éste reaparece y vuelve a perseguirme "por qué corrés", dice como si no entendiera que no quiero que me toque, que no se me acerque más, ¿entendés o no? ¿entendés? ¿no? ¿cómo tengo que hacer para que me dejes de una vez, de una vez por todas me dejen en paz?
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.