Martes, 20 de octubre de 2009 | Hoy
Por Daniel Greco
Hace varias semanas que estamos acá adentro y los Quilla no dan señales de quererse ir. Tienen el fortín asediado y, a nosotros, acá adentro, encerrados.
Ellos están tranquilos porque siempre tienen a mano provisiones. Siempre pasa por ahí algún peludo de regalo, tienen giñebra peñí de sobra, "frutas, las que la estación consignara" y yogurth.
Nosotros, acá adentro tenemos unos sachets de resero, un poco de carne de un mancarrón que se nos murió la semana pasada, frutas, ninguna, así que el pelotón empieza a dar síntomas de escorbuto y pediculosis, y una bolsa grande de chizitos "Kellogs". Cuidamos nuestras provisiones como oro, las amarreteamos, y a cualquiera que nos venga con alguna demanda gastronómica, lo convidamos con un sabroso caldo de quepís. "Es viyela de la buena" dijo Gomide, cuyo quepís está exento de ser hervido porque ya es vitalicio, es un artículo vintage, y además nadie se atrevió a despegárselo del cráneo, que, según el frenólogo que estuvo el otro día en la comandancia y le tomó medidas sin sacarle el quepís, determinó que su cráneo pertenece a un rhodesian y que si Gomide no ladró todavia, ya es improbable que lo haga.
Savino no prueba el vino (me salió una especie de versito trucho), así que toma agua de lluvia que recoge en un tambor rosado de "Soap S" que nosotros no le codiceamos mientras tengamos disponibilidad de sachets de resero, lo que, por otra parte, mantiene alejadas a las alimañas del verano, como mosquitos, tábanos y otros coleópteros que, al parecer, son abstemios o, por lo menos gustan de la sangre con una dosis no letal de alcohol. Borravino está inmunizado contra las picaduras de mosquito, y los alzaditos directamente no los conocen.
Ellos afuera están piolas. Están todo el día escuchando a todo volumen Antonio Rivers en un estéreo gigante que, en mala hora, cuando eran indios amigos, les trajo el sargento Gómez de las poblaciones. Al punto se rebelaron y entraron a escuchar "Néstor en Bloke" y "Fron2so prontuario". Ya me tienen k ansado.
Que si pusieran los partidos del campeonato, por lo menos, nos enteraríamos de algo. Pero están todo el día meta cumbia y eso. Grupo Meta, Tropical Casablanca, Comanche, Marcelo y los Cristales...
El otro día, Borravino agarró la bolsa de chizitos y la hizo flecos. Está castigado. Tampoco le franqueamos el acceso al vino. Está hecho una furia. Pero no nos preocupamos porque está en la celda de castigo. Ahí puede descargar todas sus broncas. La china Marta le hace la visita higiénica. Que consiste más bien en que ella le reponga el rollo y le traiga alguna muda de ropa. Pero Borravino está podrido de hervir sus calzoncillos. El algodón no le reporta mayores ausilios o desahogos a su hambre. Y, a veces, tiene alucinaciones. Dice que, bajo su catre, tiene escondida una limeta con "buen beberaje". En realidad tiene un papagallo que le pusimos porque el calabozo carece de letrina.
La situación se está tornando insostenible. Pero se me ocurrió la idea que nos salvará a todos. Le doy una lustrada a mis botines. Me pongo un trapo blanco en mi quepís para cubrir mi nuca de la resolana. Le passo "brasso" líquido a mis botones, mis múltiples condecoraciones y a mi prendedor de Homero Simpson con Mick Jagger y Keith Richards.
Salgo del fortín con una bandera blanca, gallardo en el ocaso, montaner en el crepúsculo, arjona en la puesta de sol, alejandro sáenz en la tardecita. george michael at the sunset.
Se escuchan los vítores de los Quilla.
Me aclaman.
Soy su héroe.
Un senador Romano. Un Julio César.
Eso. Un Julio César Chamonix, pelos al viento.
Un Quijote de uniforme entirely washable.
"Cha mo nix, Cha mo nix"... gritan los nenes en la popular.
El asedio se disuelve. Las filas se rompen. "Las olas y el viento / zucundún zucundún... "
Volveré a comer hojas de coca. Borravino y Savino a tomar vino (cómo estoy con la versificación). Gomide a los naipes falaces y a sus cimarrones finamente laxantes. Nos hartaremos de nuevo de manjares y bebestibles.
Los he convencido.
Cejarán en el asedio.
Suspenderán el bloqueo.
Levantarán las medidas de fuerza.
Levantarán la tabla del inodoro.
Tengo en mi mano, a guisa de bandera blanca, lo que estaba en el fortín y ellos tanto codicean.
En minutos será suyo y nos dejarán tranquilos.
Se irán con su trofeo al viento, malón que pasó por las poblaciones y se fue sin saludar.
El póster con el equipo de Rosario Central, ganador de la Copa Commebol, 1895.
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