Sábado, 24 de octubre de 2009 | Hoy
Por Miriam Cairo
RABO
Es fácil llegar dónde estoy. Siempre hay un ángel con rabo de demonio señalando mis puertas, invitándote a entrar.
TRAPECISTA
Ah, la vida que ha sido tan generosa en desconciertos. La vida que se mató cayéndose de una escalera cuando sus dotes de trapecista ya habían quedado en el olvido...
ORO
Un rayo de sol se arrastra y excava el tibio surco hasta darle al corazón su oro.
Ella apenas desnuda, con el sólo objeto de su belleza, se inquieta en el ensueño donde el espléndido tedio no gobierna.
VENDAVAL
La amante admite que no posee los secretos del erotismo. Cada vez que se encuentra con el amado no apela, insegura, a los saberes previos: todo lo que ocurre resulta nuevo, un vendaval de perplejidades.
ASTRONOMOS
La mirona, mientras observa esa pareja que come en silencio y de vez en cuando una u otro mueve la cabeza para ver quién entra, para ver quién sale, para pedir más hielo, para ver la hora, para no mirarse, tiene la triste sensación de estar viendo a dos astrónomos que jamás han mirado con deleite las estrellas. El mundo está hecho de conductas adquiridas. A fuerza de mirar y ver, la mirona sabe que no debe incurrir en el error de pensar que cuando hay dos, siempre hay pareja. Sería tan ingenuo como creer que en todos los libros hay poesía.
VICTIMARIA
Hace tiempo que ella ha dejado de pensar que es una conducta excedida, por el sólo hecho de tantear, con el brazo izquierdo, hasta dar, sin demagogia, con una noche memorable. Y si bien es cierto que con toda naturalidad es capaz de ir expandiéndose en la magia de varios talentos superpuestos, ella no cree que sea una víctima de su don sino la victimaria de las largas noches condenadas al tedio.
MARAVILLAS
La mirona no mira como miró Cortés, con sus ojos de águila, la primera división del Pacífico, porque no tiene sobre lo mirado un plan de modificaciones y ferocidades. La mirona mira con ánimo de maravillas. En el mirar no traduce ni sojuzga, sino que discurre y convoca. Se da en lo mirado sin fusionarse, sin malquistarse, tratando de preservar la autonomía de uno y otro dominio pero logrando que las fronteras se mantengan difusas.
PENUMBRA
La abismada vive toda su vida replegada sobre sí misma, atenta a la penumbra. Y aunque a simple vista parece arrancada del mundo inmediato y perceptible, su ensimismamiento no es producto de la indiferencia, sino de la vigilancia extrema.
GIGANTE
Ella tiene un amante enorme como un mundo, moreno como la noche, hambriento como una cría, recurrente como el tiempo, secreto como un crimen.
SIGNIFICADO
Cuando estaba más alejado que nunca de la vieja cosa, trazó un camino hacia el otro lado. Pero dejar eso atrás no significó ignorarlo.
AMAPOLA
Al despertar, no supe si yo era una mariposa soñada por Chuang Tzu o si vos eras Chuang Tzu soñándome mariposa o si las mariposas son libres, o si vos eras la mariposa que le habías dejado a la amapola tus alas como recuerdo, o si la lengua de la mariposa era tan dulce como tu lengua o si Chuang Tzu estuvo toda la noche libando mi amapola, o si mi amapola alucinaba con la lengua de tu mariposa mientras que Chuang Tzu soñaba el sueño que alguien narraba. Lo cierto es que al despertar sólo quise seguir siendo flor para saciar tu irrefrenable hambre de amapola.
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