Jueves, 3 de julio de 2014 | Hoy
Por Candela Sialle
Destemplada, revuelta y las dicroicas que poco colaboran... Qué será de ella encerrada el fin de semana en esa habitación alcalina?
"Little" escribió. "Necesito hablar little"... Y no le contestaron ni una línea. Y hoy ya es sábado y hasta los reptiles de posgrado tienen cita pero ella sigue encerrada e intenta resignarse a la espera de dos días para ver el sol. Después de todo puede ser la oportunidad de demostrarse que Santa Claus existe. Pues Sara vendrá el lunes a primera hora y escuchará los golpes de su puerta. Buscará la única copia de la llave debajo del botiquín del baño y abrirá de prisa. Aunque absorta no se atreva a preguntarle cómo es que ha quedado atrapada en el cuarto de huéspedes de su propia casa, le abrirá de prisa.
En verdad, ella tampoco sabría explicarlo. Solo recordará que aguardaba contestación de al menos una línea. De allí al encierro involuntario, otra delgada línea roja o mejor, blanca. Si fuese hombre, aludiría a la vasectomía para graficarles la vivencia del borramiento amnésico pero es mujer, tan mujer que prefiere guardar silencio porque una dama acepta que de tanto en tanto y aunque duela, es necesario perder la memoria.
El pánico se le alojó en la cadera derecha. Si en ese cuarto escandinavo hubiese alguien y se arrimara a su muslo podría escucharle la arritmia.
-Malditas dicroicas... (Piensa) un huésped es siempre un ser en estado de vulnerabilidad radical. Cómo es posible que en todos estos años no me haya percatado de lo inoportuno de esta iluminación?
"Jesús dijo a sus discípulos: Amaos los unos a los otros como yo os he amado" (Jn 13, 34).
En la vigilia de los ojos abiertos concentrada en disminuir su terror hace el ejercicio de imaginar frases iniciales para próximos cuentos. Eso la calma porque es buena para los inicios. Todos sus cuentos se asoman fulgurantes y convengamos en esta modernidad hipersónica ello es un hándicap del escritor frente a lectores cada vez mas dispersos.
"Los científicos franceses habían descubierto que el faraón murió de tuberculosis".
Otra posibilidad narrativa, y se va aquietando. Los latidos aminoran la marcha. No queda otra alternativa que la espera confiada en que el lunes a primera hora, cuando se abra la puerta, ella terminará con el juicio de Dios.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.