Hospital

El conjunto de trabajadores del Hospital Roque Sáenz Peña sufrimos una profunda preocupación por la realidad de nuestro hospital. La situación pone en riesgo tanto la calidad de la atención, como las condiciones laborales del personal. Si bien es un hecho muy favorable para la población la inauguración de la nueva guardia y el proyecto de construcción de un nuevo hospital, la realidad actual dista mucho de lo que se publicita. Existe otra caras más allá del nuevo sector inaugurado, y otros espacios que sufren el abandono.

En el lugar que hoy ocupa la nueva guardia, funcionaba el Servicio de Consultorios Externos de Pediatría desde hacía 17 años; hoy funciona en un sector obsoleto, con consultorios reducidos, algunos sin ventanas, y disminuyeron de 10 al número de 5, la sala de espera es pequeña, por lo que los niños con sus madres se encuentran hacinados, y con mucho calor o frío dependiendo del clima.

Mientras se habla de la construcción del nuevo hospital, porque el que tenemos se cae a pedazos. Ante el pedido de compra de los elementos mínimos para su mantenimiento, la respuesta es que "no hay dinero"; entonces seguimos funcionando con: goteras, paredes descascaradas, vidrios y puertas rotas, la morgue funcionando en un cuarto deplorable, sin refrigeración; un servicio de neonatología que no cuenta con respiradores, con un funcionamiento adecuado; sectores de atención al público insuficientes e inadecuados; arreglos que son pagados de nuestros bolsillos; una maternidad cuyos elementos de trabajo estan deteriorados, que ocasionaron accidentes de trabajo, sillas de parto rotas; un sótano ubicado debajo del sector de la cocina, que se inunda por las cámaras sépticas que están rotas, entre otras cosas.

Todo esto, lleva al desgaste de muchos compañeros, llegando al extremo de producir la renuncia de un Jefe de Servicio de muy respetada trayectoria dentro del hospital. Nos preguntamos, ¿cómo seguir trabajando así?

Trabajadores del HRSP y Junta Interna Delegados de ATE de la Salud Municipal