Viernes, 19 de junio de 2009 | Hoy
Belgrano es un desconocido. Su muerte en la pobreza fue la consecuencia de sus ideas y hechos políticos y económicos que siempre estuvieron en contra de las minorías que mantuvieron las relaciones carnales con el imperio del siglo XIX, Gran Bretaña. Por eso lo dejaron aislado y en la miseria. Después inventaron un prócer subordinado a ese proyecto de país dependiente. Pero el verdadero Belgrano es un necesario compañero para estos tiempos. De allí la necesidad de ver y analizar sus banderas.
Repudiaba la apertura indiscriminada de las fronteras porque "la importación de mercaderías que impiden el consumo de las del país o que perjudican al progreso de sus manufacturas y de su cultivo lleva tras si necesariamente la ruina de la Nación". Agregó que en ese caso, "el estado perderá primero el valor de lo que ellas han costado en el extranjero; segundo, los salarios que el empleo de las mercancías nacionales habría procurado a diversos obreros", remarcó.
Analizó que los fenómenos de corrupción dentro del estado son proporcionales a la miseria que padecen las mayorías: "Desengañémonos: jamás han podido existir los estados, luego de que la corrupción ha llegado a pisar las leyes y faltar a todos los respectos. Es un principio que en tal situación todo es ruina y desolación".
Entendió la necesidad de la distribución de las riquezas cuando escribió que "la repartición de las riquezas hace la riqueza real y verdadera de un país, de un estado entero, elevándolo al mayor grado de felicidad".
Tampoco desconoció el dolor de la desocupación y su huella hacia el futuro: "He visto con dolor sin salir de esta capital una infinidad de hombres ociosos en quienes no se ve otra cosa que la miseria y desnudez".
A Güemes le escribió en junio de 1819 una feroz comprobación: "atúrdase V., en la Aduana de Buenos Aires hay depositados efectos cuyo valor pasa de cuarenta millones de pesos; vea V. si lográsemos que se extrajeran para el Interior". En este párrafo hay una profunda denuncia de la concentración de riquezas de parte del estado de Buenos Aires en contra del interior. "Los héroes de la Patria", al decir de Belgrano, eran las mayorías populares, en términos contemporáneos.
Es el mismo plan de Mariano Moreno, Artigas y San Martín. He allí el verdadero proyecto político económico inconcluso. El que todavía no se llevó adelante. En esas ideas fuerzas está la suerte de una Argentina para las mayorías. De allí que Belgrano también sea parte de la necesaria historia política del futuro.
Carlos del Frade
Periodista, escritor y candidato a primer diputado nacional por Proyecto Sur-Socialismo Auténtico.
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