CORREO
En el 2004 Molinos (ex Pecom) obtuvo la ampliación del área industrial sur de San Lorenzo (Ord.2456/04). Con la compra de calles públicas del barrio 2 de Abril pudo ubicar su mega planta aceitera (300 mil toneladas de granos, 1 millón de litros del solvente hexano) a 150m de la Escuela primaria N6392, donde concurren mis 2 hijas y otros 550 niños. En abril, respaldado por el reclamo vecinal, el Concejo Deliberante rechazó nueva solicitud de Molinos, que implicaba convertir zona residencial (parte del Barrio 2 de Abril) y suburbana (Barrio Morando entero) en área industrial, y ubicar un puerto de líquidos (inflamables) a 50m de las viviendas y a pocas cuadras de la toma de agua de la ciudad de Fray Luis Beltrán. En su último pedido de ampliación (julio/09), Molinos pretende sumar 140 mil toneladas de granos en nueva celda de almacenamiento, a ubicarse en su actual playa de camiones, a 20m de calle barrial. Prometen para esta celda una tecnología superadora en cuestiones ambientales, con mínima generación de polvillo y ruido, pero silencian sobre el riesgo potencial de explosión, inherente a todo depósito de granos. Que hable el vecindario de ACA, sobreviviente a la explosión del 2002. Y que apliquen las nuevas tecnologías en las celdas ya existentes de Vicentin y Molinos.
Todos sufrimos las consecuencias de esta lamentable decisión empresarial, autorizada por la Provincia y por el Concejo Municipal a 5 años atrás, que amplió un área industrial que ya extrapolaba en mucho el límite del soportable. La propia empresa ve ahora limitado su crecimiento. La región pierde obras y sus empleos temporales. Los vecinos padecemos a diario polvillo, ruidos, olores, afecciones respiratorias, alergias, etc., además de la exposición al riesgo potencial de accidentes industriales, incompatible e inaceptable para barrios residenciales.
Todo por la ausencia de ordenamiento territorial, de una distancia mínima prudencial entre la zona urbana y los gigantescos depósitos de granos, solventes, azufre y demás sustancias peligrosas que hoy caracterizan nuestro paisaje. Según reglamentación provincial, los Parques Industriales deben guardar al menos 500m de distancia a los núcleos urbanos. ¿Cómo explicar la ausencia de Parques habilitados en todo el Cordón Industrial? Entendemos que estas barrancas son puertos extraordinarios y que es posible convivir con una actividad portuaria responsable. Pero sólo a los empresarios conviene sumar su área fabril a un puerto urbano. Traen miles de camiones a la ciudad, extraen aceite y fabrican biodiesel en pleno ejido urbano. ¿No lo pueden hacer en zona rural, 2km al oeste? ¿La actividad agroexportadora no es suficientemente rentable como para hacer las inversiones necesarias? ¿Es que necesitan socializar su pasivo ambiental?
Lilian Uber
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