Barreras urbanas

Según un prefacio refrendado por el Intendente: "Entendemos la discapacidad como una temática compleja, donde la persona se ve impedida de realizar determinadas actividades, no por la deficiencia que posee sino por las limitaciones impuestas por su contexto personal, es decir por su entorno físico y socio cultural".

La pregunta surge después de observar los ejemplos cotidianos que nos da la realidad. Obstrucción de las veredas, comercios que colocan defensas e impiden la circulación en la senda peatonal y rampas para discapacitados, etc.

Esta vez el llamado de atención es por los desaprensivos conductores de vehículos particulares y públicos, que no respetan las señalizaciones de prohibición para estacionar en lugar reservado para discapacitados.

Algunos de estos casos han sido presentados ante el Tribunal de Faltas de la Municipalidad. No obstante, es imposible afirmar que exista realmente decisión del Ejecutivo para que ese Manual de Accesibilidad sea una realidad.

Un caso ejemplar existen muchos lo podemos observar en calle Montevideo al 600. El mal comportamiento de los conductores se ve favorecido por la falta de respuestas desde la Dirección de Tránsito. La intención de contar con el respaldo de quienes supuestamente tienen que intervenir, choca con otras dos realidades: a) Nadie atiende el teléfono

b) Contestan que sólo cuentan con una grúa para todo Rosario.

Resultado: el damnificado comprueba que una excepción conseguida a expensas de un burocrático trámite, no le sirve para nada. En el mejor de los casos tendrá que conformarse con la molestia y el gasto de tener que alquilar un servicio privado para poder movilizarse. Muchas palabras, muy pocos hechos.

Por supuesto, queda el recurso de acudir a la justicia, para tratar de compensar la ausencia de la Administración Municipal.

Jorge Rodolfo Alvarez