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Sin reacción

La Municipalidad de Rosario, inmersa en la campaña electoral, sigue sin debatir con la ciudadanía el destino de las tierras urbanas que desde Tren para Todos se han pedido sean reservadas para futuros planes de recuperación del sistema ferroviario y la concreción de proyectos de transporte de pasajeros en función de resolverles a los estudiantes del sur de nuestra provincia que vienen a estudiar el grado de inseguridad e incomodidad con el que viajan.

Ya los centros de estudiantes de las distintas facultades se han puesto de acuerdo para hacer un reclamo conjunto y sacudir la indiferencia de nuestros dirigentes y especialmente de los futuros candidatos, que no terminan de elaborar encendidos discursos vacíos de propuestas concretas y sin predisposición a debatir los mejores sistemas del transporte terrestre para esta zona.

La propia dirigencia estudiantil ha omitido tomar este tema como central de las reivindicaciones de sus representados y sigue discutiendo los porcentajes exiguos de descuento en los precios de los boletos estudiantiles, para cuya aplicación se han tomado valores irreales que tornan insuficiente dicho descuento.

La seguridad de los viajes que implica el uso de los trenes no ha sido valorada por nuestras autoridades y el colapsado sistema vial dificulta para muchos padres poder acercar sus hijos a las escuelas del gran Rosario, debiendo zigzaguear entre unidades de transporte de cereales en interminables colas y embotellamientos del cinturón industrial agro exportador de la Provincia.

Si por cada millón de toneladas de cereal se requieren nada más y nada menos que unas 28.000 unidades, saquemos cuentas con los volúmenes enunciados de producción de esta cosecha 2011 cual será el destino de nuestras rutas, quién se hará cargo de la reparación de las carpetas asfálticas que deteriora y que "emergencia vial" responderá por la siniestralidad creciente de nuestras rutas y autopistas.

Este dramático cuadro de inseguridad habla por sí solo del poco apego a la vida de nuestros funcionarios, dirigentes gremiales y de nuestra propia sociedad, que parecería no encontrar los mecanismos para despertar el interés en resolver algo tan simple y tan importante como la reposición de transporte ferroviario.

¿No son suficientes las más de 8.500 víctimas fatales por año que se lleva el transporte automotor, ni los más de 12.000 lesionados anuales que han derivado de accidentes en rutas y autopistas en los cinco últimos años y los costos que implican para las aseguradoras los mismos?

Angel M. Contestí